II. Voleibol

19 0 0
                                    

"—¿Por qué me rechazas de esa manera? Sé que me amas. Me lo has dicho, me ilusionas y luego llegas y me lastimas. — dijo con dolor. Jake apartó la mirada.
— Tu eres el que cree que te amo. Solo quería jugar contigo y experimentar un poco, Resha. Jamás te quise. — se dio la vuelta dándole la espalda a Resha, jamás imaginó hacerle eso. Pero era por su propio bien. El corría peligro. Su vida corría peligro si no lo hacía.
Una lágrima solitaria recorría su rostro. Él lo amaba, y por eso tendría que dejarlo ir.

— Adiós, Resha.— Extendió sus alas y salió por la ventana a un destino desconocido.  Dejándolo atrás destrozado."  

-Días de soledad. Mark Rickson

***

El sonido de los balones sonaban por todo el gimnasio. Los gritos, risas y burlas se escuchaban rezonaban por todo el lugar. Jonathan nunca entendió las burlas. Los estudiantes de mayor grado se burlaban de los menores, que no tenían mucha experiencia y querían formar parte del equipo. Todos eran unos idiotas. Él siempre intentaba ayudarlos , aunque aveces no aceptaban su ayuda por orgullo.
Rose siempre lo apoyaba en las prácticas, solo apoyo moral, aunque realmente no levantaba la vista de su celular.

— ¡Atención, chicos! Todos vengan acá. — el capitán los llamó. James Horton era una estrella en el voleibol. Una futura promesa y un gran colocador. — Hace poco retomamos las prácticas, y como algunos saben. Los de último año, osea Jonathan, Mike, Ronald y yo nos vamos. Los que quedan serán el futuro del equipo y los encargados de mantener el nombre del instituto Ricksborn en alto. Los del primer año traen mucho talento, un colocador capaz, un líbero excepcional, y un rematador veloz. Solo queda elegir quien será el siguiente capitán. Eso se hará en votación el último día de clases. Dentro de dos meses. Entre los de último año queremos desearles el mayor de los éxitos y llenen de orgullo a todos.

Todos aplaudieron ante las palabras del capitán.  Colocaron las manos en el centro, haciendo su habitual saludo de motivación y esfuerzo.

— El entrenador ni nuestro manager han llegado.— Jonathan miro a James.
Jonathan siquiera lo había notado. Él es muy despistado. Él se dirige a tomar un balón para empezar a practicar.
James lo sigue,  él lo nota un poco nervioso. Como si quisiera  algo.

— Mira, Jonathan. Seré directo. Te conozco hace cinco años y... —su voz se corta un poco por el nerviosismo. — Yo mo quería sentir esto, para nada. Yo... Tú me gustas, Jonathan. Todos saben que soy bisexual. Y no lo sé...— el frota su cabello dorado.

Jonathan lo mira, y le sonríe. Una sonrisa que podría iluminarte el día.  Cosa muy rara en él.

— Mira, James. Me siento alagado que me digas eso, pero no estoy en busca de una relación. Posiblemente muera con muchos perros y con Rose a mi lado con muchos gatos. Yo no estoy hecho para las relaciones.  No quiero lastimarte ni nada con mi corazón de hielo.— empezó a rebotar el balón en el suelo. Su vista estaba fija en cualquiero parte menos en los ojos de James. — Los siento mucho. Pero no puedo corresponder tus sentimientos.

James desvía la mirada avergonzado.

— De acuerdo. Claro, esto... ya me voy a entrenar.— da media vuelta y se va lo más rápido posible.

***

Rose iba a su lado hablando de su día,  a pesar de haberlo pasado junto a él. Jonathan no le prestaba atención a lo que decía.  Su mente estaba en el dolor corporal que sentía por ese tiempo que estuvo sin practicar.

In the DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora