Mala Andrea [Terminada]

💣 Capítulo 57 💣

- Andrea. - susurra temblando. Su miedo se esparce por la habitación, niebla gris de desesperación recorre todo el cerebro de Daniela, lo sé. Ella es tan predecible, tan dominada, tan débil y necesitada de mí; igual que todos.

- Shhh. - pongo mis dedos en sus labios y ella palidece, yo sonrío "Maldita, ya deseo verte llorando en mis pies" Empujo con fuerza sus labios y ella retrocede forzadamente.  - Sabes quien soy yo, Daniela Colón. Es mejor que vayas mentalizando tus súplicas.

- ¿Qué piensas hacerme? - dice fingiendo valentía, la miro fijamente a través de las luces ténues del pasillo y acaricio su mejilla, ella se estremece.

- Tonta e ingenua Daniela ¿Te gusta la Universidad de Mánchester? Deberías disfrutar tus últimos días. - presiono sus mejillas con fuerza, ella hace un gesto de dolor y toma su mejilla.

- No puedes hacerme esto. Somos mejores amigas. - sus ojos se llenan de lágrimas.

- ¿Que se acuestan con tu hermano y tus exs? ¡Me encanta! - río sarcástica.

- Joel nunca se prestaría a correrme de Mánchester por una venganza tuya. - dice temerosa.

- Ojo por ojo, querida. Pero sabes que yo no soy tradicional, y sí te diré la verdad...Esteban y yo...¿Cómo te lo explico? ¿O mejor dejo que él te lo diga? No, yo sí soy buena amiga y te cuento las cosas. - tomo su mano - Ven, amiguita. - la halo con fuerza hasta una habitación y la aviento a la cama - ¿Estás cómoda?

- Andrea ¡¿Qué quieres de mí?! - dice desesperada.

- No. No. No. No te exaltes. - me siento a su par y tomo sus manos. Ella sigue temblando y yo tengo rostro de muñeca diabólica malvada. Adoro la reacción de pánico que causo en ella. - Nosotras somos amigas y nos contamos todo ¿Verdad? - asiento cínica - ¿Ves esa esquina de allá? - señalo entre la puerta y el clóset, me volteo hacia ella y me acerco a su oído - Ahí me desnudé con Esteban el otro día y nos besamos los cuerpos. Estuvo...delicioso. - muevo provocativamente mi lengua enunciando la última palabra.

- ¡Eso no es cierto! - se levanta exaltada y con la respiración agitada. Sabe que es cierto, pero no quiere creérselo - ¡Estás mintiendo!

- ¡Ve! ¡Anda! ¡Pregúntaselo al gemelo! Y no sólo fue una vez...- doy una carcajada ruidosa. Daniela no soporta y sale dando un portazo, yo doy una carcajada aún más fuerte y me lanzo de espaldas a la cama, suspiro "Ay, Andrea. Eres todo un cuadro de Da Vinci"

Joel, quiero comerte ¿Por qué pensé eso? Sí, en efecto, quiero tragármelo e inflarme como sapo pero...creo que algo más como saborearlo, no simplemente tragármelo ¡¿Por qué estoy pensando en Joel?! ¡No lo necesito! Hummm...¡Lo llamaré! Tomo mi teléfono y marco su número. Mi marcación rápida ha cambiado. 1) Joel 2) Esteban 3) Erick 4) Mamá.

- ¿Hola? - contesta rápidamente con un tono fastidiado, es casi un grito.

- Joel. - susurro haciéndome la víctima. Así se ''compadecerá'' y me contestará bonito, y si me contesta feo, pues mejor, así lo haré arrepentirse mortalmente cuando me haga la ofendida y trate de contentarme.

- Andrea, estoy algo ocupado. Te llamo luego. - cuelga. Me enojo inmediatamente ¿Quién se cree para colgarme? ¿Aparte ocupado? Él nunca puede estar ocupado para mí, debemos trabajar en eso.
Me levanto y me alisto para salir, quiero ver que me ofrece esta ciudad. Tomo el auto de mi madre, ella sigue borracha. Observo a todos lados, hago algunas compras y en una tiendo veo algo que me llama la atención; una playera, demasiado directa para ser verdad. Es una playera simple blanca pero trae un sol dibujado enmedio y una frase que dice ''Like sunbathing?'' Y de hecho sí, me encanta tomar al sol, tomarlo en todos lados. Entro a la tienda y la compro. Frente a la tienda veo un Show de Burlesque y entro, el tipo de la entrada me pide mi identificación, un tipo de tez morena, no muy alto y sin cabello, no tengo que pelear ahora así que se la doy y me deja entrar, aunque esa brisa de nostalgia de deshacerme del guardia me hace estremecer. La recepcionista es toda una prostituta; cabello rojo casi rosa, los labios los trae más resecos que rojos, tiene ojos grises que resaltan hacia mí al instante.