I.

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•I'll make this feel like home•

Recuerdo cuando te conocí, yo tenía doce años, y tú, catorce, te acababas de mudar a mi vecindario, mi madre me obligó a acompañarla para darles la bienvenida a tu familia y a ti, y recuerdo que abriste nuestra puerta, eras bellísimo, tenías unos ojos preciosos, después de darnos la bienvenida, nos dejaste pasar, mi madre me dejó junto a ti, "me llamo Louis" me dijiste con una sonrisa.

Esa misma noche, en tu habitación, me robaste un beso y me dijiste que era bonito, me sentí confundido, porque me había gustado.

Los besos siguieron, hasta que subieron de tono, recuerdo haber tenido una erección, me sentí avergonzado e intente ocultarlo, por supuesto que te diste cuenta, ya que de vez en cuando lo mencionabas.

Nos hicimos novios en secreto, teníamos miedo de nuestros padres, recuerdo haberte regalado una pequeña cadena el primer mes , ya que no te conocía del todo bien, me dijiste que te había gustado, pero jamás la utilizaste, después me di cuenta que las cadenas, no eran lo tuyo.

Comencé a verte con otros ojos, me parecías tan sensual, recuerdo que entre besos, quería meter mis manos entre medio de tu ropa, me dejabas unos segundos, para después quitar mis manos y en estos momentos, daba lo mismo si sentías mi erección, y por cierto, ya también sentía la tuya.

Cumpliste 15 años, recuerdo aquella fiesta de cumpleaños, se me había hecho un poco tarde y a ti parecía darte igual, porque estabas tan entretenido bailando con un chico, mayor que ambos.

Después no dejabas de hablar de él, de lo mucho que te hacía reir, ahí sentí por primera vez, celos, poco a poco te alejaste, hasta que terminaste conmigo para salir con él.

Recuerdo lo destrozado que me dejaste, mi primer corazón roto, lloraba antes de dormir hasta que mi madre me escuchó, no hizo preguntas, solo me abrazó, ella pensaba que habíamos discutido, ya sabes como los mejores amigos que éramos, estaba equivocada.

En mi cumpleaños trece, me enviaste una carta, me emocioné muchísimo, aunque éramos vecinos, no te veía demasiado, rara vez coincidíamos.

Llegó el cumpleaños de tu madre, hicieron una pequeña reunión en la cual mi mi mamá fue invitada, y por supuesto, yo. Tenía nervios de ir y convivir contigo, aún te extrañaba de vez en cuando.

La comida terminó y de broma, nuestras madres nos decían que bailáramos juntos, y lo hicimos, bailamos "look after you" de The Fray, una de tus favoritas. Te veías guapísimo, te extrañaba demasiado.

Después de ese día, comenzamos a vernos más seguido, me invitabas a tu casa y conversábamos de todo, amaba pasar tiempo contigo, y de nuevo paso, nos besamos.

Los meses pasaron, volvimos a andar, recuerdo que en mi cumpleaños número 17, después de hablarlo, decidimos tener sexo, para mi fue un momento espectacular, para ti, no tanto, me había comportado como un salvaje.

Pero esa mala experiencia quedó en el olvido, recuerdo que cuando teníamos alguna casa sola lo hacíamos por todos lados, en la cocina, en el sillón, en el comedor, éramos insaciables.

Ya estábamos listos para salir al mundo, les dijimos a nuestros amigos que salíamos, no se sorprendieron tanto, ellos no eran el problema, el problema eran nuestras madres, ya sabes, creían que éramos mejores amigos. Yo le dije a mi madre, ella solo sonrió, me abrazó y me dijo que amaba, que todo estaba bien. Pero la tuya no reaccionó bien, y te mandó a Estados Unidos, a una universidad por Nueva York.

Recuerdo que la despedida fue tan dolorosa, decidimos terminar por las buenas, no tuvimos opción. Yo solo esperaba graduarme de la preparatoria para ir por ti, trabajé demasiado para poder comprar un boleto de avión, aún manteníamos contacto, como "amigos". Así que lo hice, me mudé a Nueva York, llegué a un lugar desconocido, y te encontré, seguías estudiando, intenté entrar a tu universidad y lo logré, pero todo el caos comenzó.

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