SHAKEN: Réplicas. (Parte II)

Capítulo 1

"Apuesto a que esto es precioso por el día" dijo Lauren mirando a través del parabrisas en la oscuridad.

Por el tono en la voz de Lauren, Camila sabía que su novia estaba tratando de tomarle el pelo "Es curioso, Amazona. De haber llegado aquí hace unas dos horas, como se suponía que íbamos a hacer, lo estaríamos viendo de día" la señalización del Parque Nacional Yosemite brilló por el lado del pasajero.

"Al final lo que cuenta es que lo hemos conseguido"

"No gracias a ti" se quejó ella, pensando en la nada frecuente solicitud que había hecho en la corte dos días antes "Prácticamente tuve que mentir a un juez para lograr que la audiencia de mi cliente se pospusiera y pudiésemos salir antes. ¿Y para qué? Para llegar a casa y encontrarte toda cubierta de grasa de pies a cabeza"

"Me llevó más de lo que pensaba. No iba a gastar cien mil dólares en un coche sin estar segura de que estaba perfecto" respondió su compañera de viaje haciendo un puchero.

Camila intentó no sonreír, pero fue inútil. La verdad es que se había excitado al llegar al concesionario BMW de Lauren y encontrársela envuelta en un mono de mecánico y su largo cabello oscuro recogido en una gorra de béisbol. Aun así, había retrasado su salida casi dos horas, mientras terminaba su trabajo y se limpiaba "No puedo creer que gastes esa cantidad de dinero en un coche"

"Es un clásico un Z-8. Sólo se vendieron 2 mil aquí en los EE.UU...Habría comprado uno hace unos años cuando llegaron por primera vez, pero tenía mi 850 antes de que fuese aplastado por el terremoto"

"Creía que ahora te gustaba tu 650"

"Me gusta, pero no tiene la personalidad de una edición limitada, especialmente una tan sexy como el Z-8" aclaró Lauren mientras se cambiaba el pelo de lado con una mano en ese gesto tan suyo.

"¿Y para qué necesitas un coche sexy? ¿Acaso estás soltera?" ambas estallaron de risa.

"No, cariño"

"Buena respuesta"

Camila dio un suspiro de alivio cuando finalmente llegaron a la cabaña forestal. Diez minutos más tarde hubiesen cerrado el parque por el horario nocturno.

"El camping está aquí" dijo la guardabosques señalando la esquina del mapa "Quédese en esta carretera y verá el cartel a unos dos kilómetros"

"Gracias" respondió ella dejando caer el permiso de aparcamiento en en salpicadero.

Después de avanzar varios minutos a lo largo de la carretera de dos carriles, Lauren hizo un gesto hacia delante "¿No es esa la señal de la que estaba hablando?"

"Sí" Camila desaceleró y encendió las luces intermitentes "Gracias por hacer esto"

"Soy yo quien debería agradecértelo. Son mis amigas"

"Lo sé, pero ya sabes lo mucho que me encanta acampar. Prefiero conocerlas aquí que en algún centro turístico"

Lauren agarró la mano libre de Camila y la llevó a sus labios "Ya sabes lo mucho que también me gusta el camping"

"Oh, por favor. Te gusta el camping tanto como te gusta cocinar"

"Y también lo haría contigo" Lauren señaló la 4-Runner color rojo con placas de Washington situada entre dos secuoyas gigantes (género de plantas perteneciente a la familia de las Cupresáceas) "Están allí"

Los faros de Camila alumbraron sobre la carpa azul para dos personas situada al abrigo de la maleza cercana. Dos mujeres, ambas en vaqueros y chaquetas, estaban sentadas y acurrucadas sobre una mesa de picnic, obviamente como centinelas.