VII

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Una palabra sale de la boca de Jerry.


- Sí.
No sé en qué momento pasó.


- Yo tampoco.


Cada uno rodea al otro con sus brazos al mismo tiempo.
Cuando se besan, la sensación en sus labios electrizante y prohibida.
La pasión entre ellos es algo que ninguno de los dos había imaginado jamas.

Son una maraña de brazos y piernas que se entrelazan.
De músculos que se tensan bañados en sudor.
Cuando se separan, ambos lucen aturdidos.


- No sé...


- Yo sí. Sé que quiero estar contigo.


A Jerry le tiemblan las piernas.
A él nunca se le había ocurrido la idea de tener un novio.
Si resulta que ese aspecto de su personalidad que tenia tan bien definido, ahora es... diferente, ¿quién es él realmente?


- No tenemos que decirle a nadie hasta que estemos listos.


La convicción en la voz de Chris hace que Jerry se sienta seguro.
Como si pudiera explorar su verdadera personalidad sin sentirse presionado.
Sin ser juzgado.
Con entendimiento y empatía.
Y de repente entiende que nunca se atrevería a emprender ese viaje de otra manera.


- De acuerdo.



Chris levanta una ceja.


- ¿Aceptas?


Jerry sonríe


- Sí. Acepto.
Pero me da miedo hacerte daño.


Chris se estremece.

El desayunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora