The Photographer s.m

14: He vuelto

Astrid

Hoy nos iremos a Los Ángeles finalmente; el concierto fue excelente y grandioso como siempre al igual que las fotos. Shawn y yo decidimos hacer nuestra relación secreta, aunque ya todos sospechaban de lo nuestro al vernos muy juntos en la salida del hotel.

Los rumores entre nosotros dos se expandieron, había muchas fotos de nosotros dos en diferentes sitios por todas las redes sociales. Los fans no se perdían de absolutamente nada excepto de nuestra relación aunque ya lo comenzaban a sospechar.

Nuestro camino hacia el aeropuerto fue igual de ajetreado que en Brasil pero menos, para no levantar más sospechas de las que tenían las mendes army, decido irme sola hacia el avión sin nadie cuidándome. Total, la famosa no era yo.

Camino tranquilo por el camino hacia donde toca el vuelo, a un paso apresurado para no llegar tarde y no perderlo. Lo último que quería era estar completamente sola en un aeropuerto y tener que esperar al siguiente vuelo.

—¡Astrid! ¿Podría tomarme una foto contigo? —se acercó una fan hacia mi muy emocionada con su celular en la mano.

—Por supuesto. —le sonreí y me tomé la foto con ella sin problema alguno, además sólo era ella.

—¡Muchas gracias! Admiro mucho tus fotos, ¿sabes dónde está Shawn? Realmente quiero conocerlo. —dijo con una gran sonrisa.

—Oh...yo no lo sé, supongo que ya tomó su vuelo, disculpa. —dije apenada y ella asintió, me despedí y seguí mi camino con una sonrisa en mi cara.

De pronto llegó un grupo de chica de 5 personas hacia mi, suspiré pero mantuve mi sonrisa siempre, accedí a tomarme fotos con ellas, se despidieron y seguí mi camino, pero ahora casi corriendo, ya era tarde.

Shawn

Miro hacia los asientos del avión buscando a Astrid pero no la encuentro, marco a su celular pero me manda a buzón. Comienzo a preocuparme, ¿y qué tal si le sucedió algo? Jamás debí acceder a dejarla sola, al menos debía ir con alguien cuidándola.

—Andrew, ¿Astrid te llamó o algo? —dije preocupado, él negó y suspiré frustrado. —Iré a buscarla ya vuelvo.

—Shawn, el avión ya va a despegar.

—No importa, necesito buscar a Astrid. —digo antes de salir del avión corriendo en busca de ella.

Mi guardaespaldas corre detrás de mi gritándome pero lo ignoro por completo, lo único que me importa en estos momentos es tratar de buscar a Astrid.

Me paro al ver a muchas chicas, voy hacia ellas y veo a Astrid abrumada y nerviosa al estar rodeada de muchas fans. Las chicas al verme gritan emocionadas pero las ignoro al ver la cara de Astrid, está toda roja y casi con los ojos hechos en llanto. La tomo y la abrazo, ella esconde su cara en mi mientras que las fans siguen rodeándonos.

—Chicas, nuestro vuelo ya va a partir, no podré tomarme fotos con ustedes hoy. Lo lamento mucho, pero Astrid no se siente bien y para mi su salud es importante.

Algunas chicas lo entendieron y nos fuimos de ahí, mi guardaespaldas nos encontró y corrió hacia nosotros.

—¿Está bien? —preguntó y yo volteé hacia la cara de Astrid.

—Estoy bien, sólo que comenzaron a llegar muchísimas fans y algunas no fueron tan amigables conmigo pero otras si, pero en un segundo todo se descontroló y muchas llegaron, yo...no lo soporté, perdón. —dijo ya calmada.

Nos sentamos en los asientos de espera y la seguí abrazando.

—Chicos, perdimos el avión, el próximo sale en una hora más. Tendremos que esperarlo. —Astrid y yo asentimos sin problema alguno y decidimos esperar una hora más.

[...]

Llegamos a Los Ángeles finalmente, Astrid ya estaba calmada y feliz nuevamente. Para ella todo eso sobre los fans era nuevo, es entendible que haya estado así; yo también lo estuve al principio.

Astrid me ofreció quedarme en su casa durante Los Ángeles a lo cual acepté, claro que tendríamos que ir más temprano para el lugar del concierto pero a mi no me importaba en lo absoluto.

—Llegamos por fin, estoy muy emocionada por ver a Olivia de nuevo. —dijo emocionada Astrid, ambos dejamos la maleta en el suelo mientras ella se dedica a abrir la puerta.

Al entrar vimos a un chico de espaldas, miré a Astrid que está igual de confundida que yo por ese chico. El misterioso chico se volteó y tanto Astrid como yo quedamos sorprendidos al ver quién era.

Sammy Wilk.

—¿Qué estás haciendo aquí? ¿Cómo entraste? —preguntó en un tono molesta y dolida. ¿Lo conoce? ¿Cómo?

De repente otra persona me llegó a la mente.

Madison Beer.

Era obvio, si Astrid conoce a Madison seguramente conoció en el tiempo pasado a Sammy, pero ¿por qué está aquí? ¿Acaso eran muy amigos?

Astrid

Él volvió. Sammy volvió. Luego de mucho tiempo decide aparecerse en el peor momento que se le pudo haber ocurrido; cuando todo está finalmente bien en mi vida. ¿Cómo se atreve a venir?

—He vuelto. —es lo único que se limita a decir, ¿en serio?

Olivia aparece—al fin—con dos sodas en la mano. —¡Han vuelto! Eh...Astrid yo, puedo explicarlo. —dice nerviosa.

—Tranquila. —digo con una sonrisa falsa. —Shawn, ¿podrías ir a la habitación de invitados con Olivia? Necesito hablar a solas con Samuel.

Shawn asintió confundido y se fue con las maletas al cuarto de invitados. Suspiré frustada y lo miré seria.

—Tienes sólo un minuto para explicarme a qué viniste y luego largarte de mi casa. —cruzo los brazos molesta.

—Sólo he venido a pedirte perdón por todo, no tuvimos tiempo de despedidas ni de disculpas. Por eso estoy aquí, para que todo quede bien entre nosotros y también porque...

—¿Porque qué?

—Porque te sigo amando, no te he podido quitar de mi cabeza. Simplemente no puedo.

—No puedo creerlo, después de todo vienes a decirme que me amas. ¿En serio eso es lo mejor que se te ocurrió? No te creo absolutamente nada.

—Al parecer tú ya me olvidaste, así que Shawn Mendes ¿eh? Decidiste irte por otro de mis amigos ya que Cameron no te hizo caso.

Lo miro completamente molesta. —Para que quede claro, entre Cameron y yo no hubo absolutamente nada. Y eres el menos indicado para decir eso, además ¿a ti qué te importa que salga con Shawn? Ya eres historia para mi.

—Para mi no eres historia, he venido a recuperar lo que es mío.

—Qué lástima por ti, porque yo ya no volveré a ser tuya. Pierdes tu tiempo, jamás volveré contigo. Ahora vete y no vuelvas nunca, y ni pienses chantajear a Olivia.

—Ya veremos.

Señalo la puerta, él suspira pero se va no sin antes acercarse a mi y darme un beso en la mejilla, reacciono rápido y le doy una cacheta. Se queja pero mantiene una sonrisa sínica que me provoca que lo mate.

Suspiro aliviada una vez que él se va, pero miles de recuerdos y sentimientos vuelven a mi atormentándome.

Volveré nuevamente a lo mismo pero espero que esta vez todo sea más sencillo.

•••

sin palabras.