Capítulo 1: El Ciervo

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En el mundo de Inleider, existen 4 reinos, que van de norte a sur y de este a oeste. Por toda la tierra

En el lado del norte se encuentra el reino de Schneeir; un lugar frío cubierto de nieve y cordilleras, tan alto que sólo sus habitantes de sangre pura lograban escalar sus glaciares. Su gente es albina, su cabello es blanco y sus ojos son grises o azules, tan gélidos que te paralizaban solo con mirarte, expertos en habilidades de caza y pasar desapercibidos en el entorno.

Al sur están las costas del reino de Meerial; lleno de sol y feroces tormentas, segun los escritos, su gente puede respirar dentro y fuera del mar con sus branquias, lleno de barcos enormes, con casas de madera a la orilla de la playa. Se ha dicho que quien ha tratado de atacarlos ha terminado en las profundidades de su océano.

En la zona oeste, está el reino de Baumen, donde habitan los elfos. Criaturas altas, expertos con el arco, hermosos por donde les mires, con una sabiduría infinita, son las criaturas que más tiempo llevan habitando estas tierras. Es un lugar de bastos bosques y abundante fauna.

Y por último, el lugar donde habitamos al este, Schwundered ....

Mi padre, teniente de las tropas, murió antes de que naciera, mi madre murió después de darme luz, y con su último aliento, me nombró Lucy.

Nací con el don de controlar la naturaleza, pero llegué a este mundo sola, hasta que el mejor amigo de mi padre, el general Cornelius Algeimen, me adoptó.

Fue el único que podía llamarle padre, solo éramos él y yo. Y como era de esperarse, el general de las tropas de Schwundered, me enseñó a defenderme y jurar lealtad a la corona junto con las tropas de los diewemut.

Empecé mi entrenamiento como cabo en el reino a los 15 años, desde la madrugada hasta el anochecer, en sol y tormenta protegiendo al reino.

Nadie en el reino posee ojos verdes, esa marca única solo la llevaban la sangre real pura desde la época ancestral. Cuando el rey o la reina contarían matrimonio, los ojos de aquella persona se tornaban verdes mediante un ritual.

En el castillo, vive el rey Eros Alexander Trauriet, un hombre alto, imponente, con el don de manipular la tierra. Sus cuernos son grandes y enroscados hacia abajo que terminaban en punta, como los de un carnero. Con un ademán de su mano podía hacer temblar el reino entero, sin despeinar un cabello negro de su cabeza.

Su reina, Amelia Laizinburg, es una reina amorosa, con el don de las alas ángel. Posee un hermoso cabello rubio largo y fino como el hilo de seda; sus cuernos son largos y finos con una curvatura hacia atrás. Ella podía convertirse en la peor pesadilla de cualquiera si sus alas se extendían, una vez que lanza un aleteo, las plumas se convierten en cuchillas que atravesaban cualquier material como si fuese mantequilla.

Al tiempo de casarse concibieron un hijo, Adam Trauriet, con el don de una fuerza sobrenatural. Sus cuernos parecían los de un antílope pero mucho más gruesos. Su cabello negro, su piel pálida, alto en estatura y buen combatiente con la espada lo hacen el mejor partido del reino, es 3 años mayor que yo. Después de un par de años, -4 para ser exacta- concibieron a la princesa Elena que nació con el don de manipular el fuego, sus cuernos eran iguales a los de su hermano Adam. Tiene la gran fuerza de su padre y la elegancia de su madre Amelia, su cabello era igual de rubio y en combate atacaba con oleadas de fuego y llamas que emanaba de las palmas de su mano, incinerando en segundos a su rival. Todos sus contrincantes quedaban hechos cenizas.

Los tres fueron entrenados militarmente, pues es normal que la realeza tenga que estar preparada para todo, que desarrolle sus habilidades y dones al máximo. Nos conocimos desde niños y la familia real siempre me trató como un miembro más de la familia a pesar de tener ojos color lila y no verdes.

SCHWUNDERED (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora