Ya es de mañana y al asomarme al cuarto de Nathan había una nota en la puerta, sostuve el pequeño papel entre mis manos aun pensando en lo que paso anoche.
"Fui al castillo, me lleve a Solárium, lamento lo de anoche... Te veo en la fiesta."
Mi corazón se detuvo unos segundos junto con mi respiración. Se había ido, seguro lo hice enfadar, ¿y cómo no? Solo me metí a la casa sin aviso y sin decir nada, ni siquiera buenas noches. No debería importarme que no esté aquí, siempre he estado sola y no necesito de nadie para estar bien. ¿No?
Aún hay algo que necesito hacer antes, necesito ir hacia donde estaba aquella bruja. Tenía que encontrarla y estoy decidida.
Cargo mi espada y mis flechas con mi arco —Vamos Seleen. —se acerca y le coloco la silla y las riendas de piel.
— ¡Hya! —grito y agito las riendas pegando mis talones detrás de las costillas. Seleen relincha y salimos a todo galope.
Tomamos aquel camino rememorando el día en el que me fui de aquí, la noticia que me llevo a todo esto. Necesito encontrar a Mireya...
Subimos hasta el mismo bosque por las colinas y la pradera, hasta encontrarnos en el claro del bosque. Bajo de Seleen tomándola de sus riendas. Miro a mí alrededor en busca de venados.
— ¡Mireya! —Grito lo más alto que puedo. Se escucha el aleteo de unos pájaros huyendo por el estruendo desde las copas de los árboles.
Mi corazón late firme, no me voy a rendir.
— ¡Sal de donde estés, Mireya! —volteo a todas parte pero no hay respuesta, debo avanzar más y buscar su cabaña si es que sigue ahí...
—Vamos Seleen —avanzamos un poco más hasta estar en otro claro.
—Pero que sorpresa Lucy. —giro mi cabeza pero no logro ver a nadie, ¡era ella sin duda!
—No te escondas de mí. —la reto para que salga de su escondite.
Se ríe suavemente —Veo que ahora estas menos confundida que en nuestro último encuentro. —espeta, su voz se escucha desde los árboles. ¡Claro! Tiene el don de poder convertirse en otros animales, que idiota.
—Aquí estoy. A penas recordaste que puedo transformarme en otros animales ¿cierto? —frunzo el ceño y miro hacia arriba.
Un azulejo se convirtió en un azulejo, esta posada sobre una rama del follaje verde de los árboles.
—Tengo preguntas que hacerte Mireya.
Vuelve a reír, me desespera. —Yo creo que sí, sin embargo no estoy dispuesta a una batalla Lucy, tendrás que prometer no herirme y yo no te hare daño a ti ni a Seleen.
Aprieto con fuerza las riendas de cuero entre mis manos —De acuerdo Mireya, no usaré mis armas contigo si no estás en mi contra.
—Bueno, acordado entonces, sígueme. —vuela hacia otra rama y así hasta que le seguimos el paso en trote sobre la tierra.
Unos minutos después puedo ver su cabaña, vuela y aletea y antes de aterrizar vuelve a transformarse.
Bajo de mi caballo de un salto. Y ella se acerca a Seleen como una vieja amiga.
—Hola cariño —la acaricia mientras me aparto de ellas —La última vez pase a dejarla a tu casa.
Eso explicaba por qué estaba de vuelta al menos.
—Pasa, tienes mucho que contarme y yo también. —dice mientras se acerca y entramos. Volvemos a sentarnos en la misma mesa. Me cuenta acerca del bosque y todo lo ocurrido pero no le prestó atención solo la observo detenida ante cualquier movimiento.
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SCHWUNDERED (Terminada)
FantasiaSoy Lucy Niantur, la general de todo un ejército en Schwundered. Nací con el don de controlar la naturaleza... mi especialidad es el arco, y defender al reino es mi vida... ¿pero, cómo puedes proteger algo de lo cual estás apartado? Me han transport...