Atrapada en el libro.

Prólogo.

En una noche. Viento, un fuerte viento inundaba mi habitación. Las cortinas volando, mi cabello golpeando mi rostro seguidas veces, las hojas de mi libro cruzándose una y otra vez.

No sé lo que pasa.

Desde que mencioné esas últimas palabras, todo ha sido completamente extraño. Una pequeña luz se encendió en el libro, la cual fue tomando intensidad. La luz se volvió tan fuerte que no puedo mirar. El frío golpea mi piel sin piedad.

¿Pero qué es lo que sucede?

Corro hacia mi ventana intentando cerrarla pero no se mueve. Camino hasta el libro para cerrarlo, pero algo lo impide.

Ya estoy asustándome.

No sé que hacer.

Intento abrir la puerta de mi habitación, pero nada, está cerrada y no se abre.

–¡Mamá!, ¡papá!– llamo mis padres pero no contestan– ¡Dios!, !¿que es lo qu...

No puedo terminar la frase cuando siento ser jalada con fuerza por un fuerte viento detrás de mí. Intento resistirme, agarrarme de la mesa, de la cama. Me sostengo tan fuerte que duelen mis manos, un gemido de dolor escapa de mis labios.

–¡Ayuda!–gritó pero nadie responde. Lágrimas amenazan con salir, el miedo me inunda cada vez más.–¡¿que es esto?!

Mi cuerpo es arrastrado con una fuerza increíble. Inmediatamente estoy cayendo por un sendero de luces y sonidos extraños que jamás había escuchado. Estoy tratando de ver pero nada lo permite. Un grito lleno de miedo y adrenalina deja mis labios. Lo que era luz pasa a ser oscuridad.

No veo nada.

Siento un dolor inmenso en todo el cuerpo, todavía estoy cayendo. Quiero que esto termine. Siento que se llevan mi respiración. Mi visión se torna más oscura.

No respiro, no veo.

Estoy perdiendo el conocimiento.

–ayuda...–con lágrimas deslizándose por mis mejillas, fue lo ultimo que pude decir.

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¿Quien es ella?

¿Que le habrá pasado?

Necesita un doctor.

Está respirando.

Escucho unas voces lejanas cuestionando cosas. La luz de lo que pienso que es el sol golpea mi visión en seguida. Apenas entre abro los ojos. Veo todo completamente borroso. Parpadeé unas cuantas veces para intentar acostumbrarme a la luz solar. Mi cuerpo duele, mi cabeza al borde de la explosión. Estoy en la calle. Intento levantarme, pero no puedo, duele. Estoy tan débil que siento como vuelvo a perder el conocimiento.

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No se donde estoy. Abro mis ojos despacio, duelen un poco. Lamo mis labios, están tan secos que molestan. Luego de una batalla contra mis ojos veo todo mejor. Paredes blancas, cortinas azul claro y otras oscuras. Aparatos e instrumentos de hospital.

Estoy en un hospital.

A mi derecha veo un hombre alto, su cabello profundamente negro. Lleva puesta una bata muy blanca. No puedo ver su rostro, está de espaldas revisando lo que creo que son unos papeles.

–Sr: Hidalgo, nos informan que no se encontraron datos de la joven. No se sabe de donde viene.

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Escritora: hola chic@s, les presento mi nueva historia, espero les guste. Besos.