Saluditos llenos de abrazos <3 para: FernandaFany mapimonbe TxmblrDN :*
Capítulo 10
Finalmente termino de organizar y quitar el polvo a todos los libros, lo que me ha causado estornudar seguidas veces. Tengo la nariz tan roja que temo parecer un payaso. Tomo uno de los chocolates que me compré ayer mientras andaba en bicicleta por la ciudad. Es extraño que lo haga pero la verdad necesitaba por una vez en mi vida poner en práctica uno de los concejos de mi madre.
Cada vez que llegaba de clases todo lo que hacía aparte de comer, bañarme y realizar mis tareas era leer, solo leer. Ella decía que debía salir y despejar mi mente, tomar aire fresco y no solo leer, a lo que yo me negaba por completo. Le decía que podía tomar aire fresco mientras leía. Todo el tiempo he sido terca, no se si cambie algún día. Creo que la salida de ayer fue un buen paso, aunque termine como pollo mojado por lo fuerte que llovió mientras regresaba.
Aparte de haberme mojado con la lluvia le hice una maldad al mini dios griego, se lo merecía por burlarse de mí.
Sonrío al recordar...
Estoy completamente empapada, la lluvia no se detiene. La puerta está cerrada, así que toco el timbre unas dos veces esperando que Axel lo escuche y abra antes de que me congele aquí afuera.
Al no ver respuesta toco de nuevo. La puerta se abre dejando ver a un Axel confuso, pero luego muestra esa sonrisa burlona que suele frustrarme.
–estás muy mojada–se apoya sobre el marco de la puerta.
Lo miro sonriendo–de seguro quieres estarlo también.
Levanta una ceja–ni lo pienses.
–no lo pienso, voy a hacerlo–digo dando pasos cortos hacia él–voy a mojarte–La verdad es que no se por qué tengo estos ánimos de molestar.
Èl retrocede los mismos pasos que yo–hazlo y atente a las consecuencias.
Consecuencias. Es algo que no me asusta en lo absoluto.
Sigo dando pasos en su dirección–oh, disculpe señor pero soy demasiado terca como para obedecerle.
Rápidamente me lanzo sobre él mojándolo lo más que puedo y sacudiendo mi cabello en su rostro.
–oye detente–dice intentando alejarme sosteniendo mi cintura, pero mis manos están envueltas en su cuello sosteniéndole fuerte. Nuestros cuerpos se balancean, no dejo de reír por lo molesto que se está poniendo–ya... deja... de hacer... es... –no termina la palabra cuando caemos al suelo de una manera brusca.
Se queja de dolor ya que cae con más presión por mi peso. Estoy sobre él, sus manos en mi cintura de una manera torpe, tengo una pierna entre el medio de las suyas y juro por Dios que jamás imagine estar en una situación cómo esta, menos con él. Esto me hace pensar en las escenas de historias que tanto leo.
–ahora los dos estamos mojados–las palabras dejan mis labios sin pensarlo. Nuestra cercanía me permite sentir los suaves latidos de su corazón, sentir su respiración acariciando mi rostro. Sus ojos ya no tienen la molestia de hace un momento, sino una perfecta serenidad.
Mis ojos bajan a sus labios sin que pueda detenerlos. Lucen perfectamente carnosos y rosados. La tentación está en frente de mi de una manera indecente, ¿podré resistir?
Un solo movimiento sería capaz de romper la simple distancia que tenemos. Mi labio inferior cae, el aire prominente de mi boca es capaz de rozar la suya. Se siente como si todo a nuestro alrededor estuviese paralizado.
Madre de los abdominales, ayúdame.
Pestañeo dos veces volviendo la vista a sus ojos, brillantes, neutros, profundos...
El sonido resonante del teléfono nos hace reaccionar y pestañear como idiotas al separarnos. No me había dado cuenta de lo nerviosa que estaba hasta ahora que siento mis dedos algo temblorosos, ¿o será porque estoy mojada y tengo frío?
–eh, contestaré el teléfono–dice echándose el cabello que ahora luce húmedo hacia atrás.
Paso mis manos por mis jeans mojados como si así fuese a secarlas–bien... eh, yo iré a... a cambiarme.
...
Pongo las manos en mi rostro–Dios mío–digo resoplando.
Intento dejar de pensar en eso para pensar en algo que me tiene nerviosa, con ansias y no se que cosas decir.
A las seis iremos a una fiesta de cumpleaños, pero no cualquier cumpleaños, es el cumpleaños de la hija de Artemis.
¡La hija de Artemis!
Significa que aparte de que conoceré a la pareja de fuego, conoceré a su hija.
Artemis y Claudia, una hija.
¡Dios estoy tan emocionada!
De seguro es una niña preciosa. Axel me dijo que cumple ocho años. Será una maravilla conocerlos.
.
Terminando de salir de la ducha en vez de vestirme empiezo a intercambiar mensajes con Denis, me cuenta sobre Arthur. Me dice que está molesta porque el frasco mal hecho de Cristal le ha estado coqueteando los últimos días.
Denis: ¿te puedo llamar ahora?
Para más rápido le llamo primero y contesta en seguida.
–diga espía de amiguitos–digo con voz burlona–¿está celosa?
–arg! ya vienes con eso otra vez–se le puede oír claramente el tono molesto.
–está bien–digo parándome de la cama–hable mi señora–dejo deslizar la toalla de mi cuerpo quedando desnuda.
–sabes?, dudo mucho que Arthur le haga caso... pero es que ella se le acerca de una manera tan... imprudente.
Intento ponerme mi ropa interior sin alejar el celular de mi oído–Den, yo creo que no deberías preocuparte tanto, estoy casi segura de que al chico misterioso no le gustan las chicas como Cristal.
–¿como puedes estar segura de eso?
Me dirijo hacia el armario para sacar mi vestido verde claro–pues porque... no lo sé, son muy distintos Den, él es oscuro y raro, ella es... que se podría decir, una...– no logro terminar porque al girarme lo que veo me deja sin palabras, con ganas de ser tragada por la tierra, la vergüenza está esparciéndose por mi rostro.
–¿q-que estás h-haciendo?–se me es difícil hablar.
–¿Bevy?, ¿aún sigues ahí?–Escucho a Denis porque aún no alejo el celular de mi oído–¿Bevy?
...
Escritora: hola hola hermosuras. Aquí estamos de vuelta, como dicen, mejor tarde que nunca. Gracias por soportar mis tardanzas :')
Espero les haya gustado este capítulo. :*
Les quiere muchísimo: Nicole <3
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Atrapada en el libro.
FanfictionBeverly Swift. Una a aficionada lectora, ama los libros. Es dramática cuando muere o le pasa algo a un personaje. Cree que lo mejor de la vida es tener tu propia biblioteca, un gran sillón y una taza de café. Amar tanto la lectura puede llevarte a...