Naruto

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Naruto creía haber descubierto un secreto inquietante.

Nunca antes había visto a su primo Menma tan concentrado en su vida como en ese momento.

Naruto no entendía qué tenía de malo Charasuke en la cara para que su primo lo estuviese mirando de esa manera tan intensa en secreto cada vez que se reunían a pasar el rato.

Y es que eso no era lo único extraño que había notado en Menma. La reciente cercanía entre su primo y el de Sasuke era casi preocupante, sobre todo cuando Charasuke le sonreía a Menma de vez en cuando de una manera juguetona que solo creía que hacía con las chicas con las que coqueteaba.

Menma se había vuelto tan misterioso y discreto en sus asuntos que a Naruto le impresionaba haberlo descubierto con la mirada fija en la boca de Charasuke cuya lengua salía de vez en cuando para saborear el helado que sostenía en su mano derecha.

Esa mirada de ojos azules siempre sombría y desinteresada brillaba con intensidad cada vez que la paleta helada entraba casi por completo en la cavidad bucal de Charasuke. Ahí es cuando Naruto se preocupaba de que Menma tuviese alguna infección a la garganta porque parecía que estaba acumulando saliva demasiado rápido haciéndole tragar duro.

— ¿Qué miras tanto? —Reconoció el tono enojado de Sasuke en su pregunta.

—A Menma, 'ttebayo —Respondió de inmediato dejando de lado la observación a su primo para concentrarse en el chico que le gustaba sentado a su lado y con el cual acababa de iniciar una relación hace días.

—Hm —A Sasuke no pareció convencerle su respuesta sincera— ¿Seguro que no es a Charasuke a quien miras?

Naruto sonrió de inmediato al notar los celos entre líneas haciendo que el moreno se sonrojara por sentirse expuesto.

—Tsk. Olvídalo.

—Sasuke —Lo llamó tomándole del brazo para impedir que se levantara del sofá en el que estaban sentados a metros de sus primos que decidieron irse al comedor de la cocina abierta de la casa de Charasuke.

—Cállate, no digas nada.

Pero por supuesto que iba a sí iba a decir algo— El único que me gusta eres tú, 'ttebayo.

—Te dije que te callaras, maldición —Replicó el Uchiha frustrado.

Supo que la vergüenza de Sasuke era mayor a su enojo porque este no impedía el agarre que ponía en su brazo, el cual suavizó. Su mano se deslizó desde el codo hasta los dedos que acarició sutilmente antes de entrelazarlos con los suyos en una caricia reconfortante que su novio permitió sin chistar.

Ah, sentía una dicha cada vez que acariciaba alguna parte de Sasuke después de haberlo estado esperando por tanto tiempo. Aún no entendía como ambos podían pasar del caos a la tranquilidad de un momento a otro producto de sus personalidades tan diferentes pero compatibles entre sí.

—Sasuke —Tenía toda la intensión de disipar cualquier rastro de enojo que quedara en esa cabecita complicada del Uchiha pero apenas había abierto la boca para hablar un fuerte golpe proveniente de la mesa de la cocina llamó su atención.

En ese instante Menma se levantó de la silla del comedor para ir hacia la puerta de entrada con los puños apretados dando un portazo que remeció el cuadro colgado al lado de la puerta al salir. Charasuke había dejado de comer su helado y ahora se relamía las gotas que habían ensuciado sus dedos sin inmutarse por la reacción el otro.

¿Qué había pasado ahí?

La sonrisa que dibujaron los labios del moreno segundos después le dieron la sensación de haberse perdido de algo grande.

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