Todo empezó con un cruce de miradas, se odiaron al instante. Odio puro; líquido, fluía entre ellos como la más ardiente de las lavas. Esa era la forma que tomaba el sentimiento alrededor de ellos, como la manifestación de la tensión misma que amenazaba con asfixiar a ambas partes.
— Me tienes cansado, Stark –escupió Steve olvidando su buen vocabulario– si no sabes trabajar en equipo ¿por qué mierda sigues aquí?
Tony torció su rostro en una mueca, sus ojos chispearon mientras fingía curarse una herida del brazo. La misión había fracasado, los dos estaban repletos de sangre y el cansancio había hecho estragos en su cuerpo.
— ¿Ahora es mi culpa? –bufó con ironía chorreando por su boca– ¡Tú estabas distraído!
— ¡No lo estaba! –se acercó a paso demandante, su cuerpo pasaba sin dificultades al de aquel creído hombre. Lo miró con molestia– Había dado una orden, Stark ¡una sola! Pero tú no puedes quedarte con tu trasero en un lugar, siempre tienes que ser el centro de atención. El gran IronMan con sus entradas épicas –hizo burla con su voz pero nadie atrevió a reírse– no sabes más que explotar cosas y te crees capaz de proteger la Tierra, es increíble.
— De hecho si tengo mi trasero bastante quieto en un lugar, se llama armadura y desde ahí peleo. Infórmate.
— ¿Alguna vez te tomas algo en serio?
— ¿Que provenga de tu lenguaje patriarcal y correcto? A mi parecer solo vomitas estrellas y franjas azules, así que no, no lo creo.
Los músculos de su mandíbula se tensaron al punto de afectar el color de su rostro. Se lo veía enojado como pocas veces lo había estado; la vena de su sien estaba ligeramente comprometida. Tony trató de permanecer erguido ante el imponente porte del orgullo nacional, los hombros rígidos del contrario le hicieron tragar en seco.
— Es todo, estoy fuera.
El castaño quedó anonadado.
— ¿Qué?
— A partir de ahora si hay alguna misión, que S.H.I.E.L.D se comunique conmigo e iré por mi cuenta. No pienso seguir soportándote, IronMan.
No le dio tiempo de detenerlo cuando con sus mismos rígidos hombros se volteó y caminó a la salida con paso firme. Natasha miró a Tony de mala manera antes de ir tras el Capitán, los demás simplemente quedaron en silencio.
— ¿Entonces...? –comentó Clint, quién había estado preparándose un sándwich en la cocina de la torre– ¿Si Cap se va tenemos que elegir bandos?
— No digas idioteces, Barton –bufó el héroe de hierro y también salió a paso apresurado, parecía que pasaría el resto del día en su taller.
{💔}
La noche cayó lenta sin que lo notara. Quitó un poco de sudor de su frente con el dorso de su mano y suspiró. No había almorzado, tampoco cenado. Su estómago ya comenzaba a reclamarle más de lo que podía soportar y se resignó soltando la llave inglesa sobre la mesa de trabajo. Limpió un poco de grasa en sus pantalones de jean y otro poco en su musculosa negra. Estaba hecho un asco.
Pensó en los días que tenía a Pepper a su lado, ella le habría dicho que tenía que ducharse urgentemente y que le haría mal no comer por tanto tiempo. Ahora su taller parecía más vacío de lo normal, aunque siempre había jurado que le gustaba más que estuviera así.Caminaba hacia las escaleras de caracol cuando se cruzó con ese marco roto que alguna vez fue un buen regalo.
«Prueba de que Tony Stark tiene un corazón» leyó sobre el viejo reactor que había usado en tan memorable accidente.
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perseguidos {stony}
Fanfiction«¿Qué honor hay en este juego del gato y el ratón, Capitán?» «No lo hay -contestó- Tony Stark me vuelve loco, me insita a romper la amabilidad y paciencia que tengo en mí. Él saca de mi persona el más egoísta y cínico de los orgullos, Tasha. Él quie...