Resignacion

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Cerraba los ojos temiendo estar
¿Seguir viva era un castigo?
Porque dolía  tan sólo respirar.
Tinieblas tinieblas
atormentaban las conciencias
Y ante todo te hacían dudar.

La luz parecía escasa y hasta intermitente,
juegos mentales que satisfacían a un ser enfermo
Sediento de algo que ya no tenemos.

El miedo en medio de tanto dolor
se esfumó,
quedamos vacíos, necesitados de algo que desconocíamos.

Nos faltaba fé, anhelábamos un milagro de amor,
pero bajamos la mirada y lloramos,
tan sólo lloramos olvidando el perdón.

-Meba.

Vomito de ProsasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora