LOS AMIGOS ESTÁN PARA NO SUFRIR TANTO

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CAPITULO 2: LA CONCIENCIA

Suga no podía dormir, pese a que sabía que era todo lo que había pasado era real aun no salía de su asombro. Tal vez había olvidado que esa dulce niña que conocía desde los 11 años había crecido y ya se convertía en una mujer con necesidades y pasiones diferentes pero no, era imposible no haber notado como florecía aquella chica que siempre iba a su lado: tan delicada, su piel tan blanquecina, sus pequeños labios encajados perfectamente en el rostro por siempre sonriente de la chica, sus manos pequeñas y suaves que solían siempre recorrer con sus dedos el chico como manía juguetona desde la uña hasta el hombro estremeciendo la y provocando que algunos pelos se le erizaran a la joven que al instante se hacía a un lado o quitaba la mano de su amigo lejos de su cuerpo.

Era obvio, él lo sabía, TODOS lo sabían. Ella gustaba de él y claro está, él no de ella, bueno, al menos no se notaba lo contrario. La verdad es que cuando cumplió los 14 años notó en la chica como empezaban a brotarle curvas y ya para los 16 sus pequeños pechos y su firme y redondo trasero no se escondían más bajo la ropa de una niña sino que buscaban resaltar por los vestidos y mini faldas de su cuerpo adolescente y lo lograban. Pero el borro esos pensamientos de su cabeza. Nunca se permitió imaginarse a su amiga desnuda hasta hace unos 30 minutos mediante esa llamada telefónica. No, él no le correspondería aun cuando ella si le gustaba porque sabía que no le podía dar más que eso y ella estaba profundamente enamorada. Destruir una amistad tan larga por una relación desigual no era justo para ninguno y él sabía de eso. Por ello, por primera vez en su relación de largos años él era el cuerdo.

Pero ¿Existía la posibilidad de que Dahyun ya no fuera la niña sensible que él había conocido? ¿Qué pudiera disfrutar de un sexo sin compromiso con él sin pedirle nada más o esperar que brotara algún sentimiento? De todas formas las cosas entre los dos cambiarían para siempre y no se arriesgaría a averiguarlo. Estar en tal situación lo confundía.

Como no podía dormir decidió copiar la idea a Dahyun, bueno más o menos. Tomó el teléfono dispuesto interrumpir el sueño de alguien más

-Contesta, contesta

-Bueno días, espere ya van a la puerta –apenas se escuchaba decir a alguien muy soñoliento, mientras del otro lado Suga se reía

-¿Quuéé? Jajajaja. Estabas bien dormido Cabrón

-¿Heeee? –el sueño parecía vencer a la desconocida voz varonil del otro lado del dispositivo

-Jimin levántate de la cama, ve al baño y lávate la cara. Necesito hablar con alguien

-Okey

Por un instante no se escuchó nada en la línea salvo la respiración del cansado chico

-Jimiiiin

-¿He?

-¿Te estas durmiendo verdad?

El pobre soñoliento muchacho no respondía y solo se dedicaba a saborear de forma ruidosa la baba dentro de su boca.

-Espera un momento –espeto Suga

Busco entre los cajones pequeños de un estante en su cuarto hasta que lo encuentra. Es un pequeño objeto color verde que sin duda despertara o matara de un infarto al pelo rosado de su amigo

-PIIIIIIIIIIIIIIP –se escucha con estruendo en el teléfono el sonido de un silbato mientras Jimin cae al suelo desde la cama y suelta el celular que se dispara en el aire pero por suerte cae en la cama, a diferencia de él –¿Jimin? ¿Estás ahí?

LA LLAMADA: CAUSAS ESE EFECTO EN MI #fanfic DahgiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora