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¿Ser suyo?

¿De que hablaba este imbécil?

- N-no entiendo - realmente estaba asustado. Haciendo que sus ojos se hiciera llorosos.

- Tu solo tienes que obedecerme ¿si? - sonríe malévolo.

Intenta tomar su brazo para tratar de besarlo o algo parecido, pero se safo de su agarre con cara de odio al saber que ese idiota estaba secuestrandolo y para el era la cosa mas normal del mundo.

- Sueltamente - realmente se quería desahogar - Tu no tienes derecho a hacerme nada, tu maldito trabajo es llevar a gente donde se me de la maldita gana, y si te gustan bebe pues lastima, quedate con las mALDITAS GANAS Y NO SECUESTRES A JÓVENES DE 15 AÑO... - hablo
tan fuerte que hizo enojar al pálido haciendo que este me soltera una cachetada.

Por el efecto de aun la droga, se tambaleó hasta quedar en el piso. Sintiendo nuevamente ser cargado hacia no sabe donde.

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Al despertar sintió su cuerpo relajarse en una cama - para nada cómoda - que era mas bien una clase de hamaca pero de casa.

Su cabeza duele a horrores, y se levanta con una terrible jaqueca.

- Por fin despertaste - se asusta al mirar al pálido con una botella de cerveza mientras veía televisión en un sillón individual viejo.

- ¿Que hago aquí? - susurro con odio viéndolo de la misma manera.

Se levanta bruscamente con una sonrisa para nada buena, mas bien sarcástica, haciendo bolita a Jimin en su hamaca. Al hacerlo se dio cuenta que estaba encadenado.

La hamaca estaba en una especie de cocina y enfrente de esta se encontraba la mesa, en donde se recargo el pelinegro.

Dio un ultimo sorbo a su cerveza para comenzar a hablar.

- Mira cabrón, te voy a advertir algo - comienza a acercarse a el mientras el otro no se dignaba a mirarlo a los ojos - Si tu vuelves a hablarme o tratarme de esa manera, te romperé esa hermosa boquita, así que ahorrame tener que manchar mis manos de sangre. - hizo una pausa - Tenia planeado tratarte bien sabes.... Pero con ese carácter de mierda empeoraste las cosas. - El rubio simplemente asintió con miedo, mucho miedo - Así que te diré para que te quiero.

No, no, No, ¡No!, ¡NO!, NO

Si lo quería para algo era muy probable que....

Se quedara para siempre.

Jimin no quería eso, el quería su vida junto a sus amigos, no quería estar encadenado toda su maldita vida, quería casarse, tener una buena esposa y hijos.

O tal vez un esposo.

Pero quería hacerlo.

- Ya que estas aquí te agarrare provecho...- No - ...Pero antes de todo pondré reglas - hablo con un puchero infantil -... Regla numero uno... - cambio su semblante infantil al cual conoció en la cabaña. - Cuando yo llegue no me tienes que interrumpir en nada, no vas a hablarme ni gritaras ni me dirás su lo que hago esta bien o esta mal ¿de acuerdo? - asintió temblando - Regla numero dos... Cuando yo salga del cuarto después de hacer lo que haré cuando regrese... Limpiaras lo que y el que este ahí ¿me entendiste? - imito el antiguo gesto pero ahora poniendo atención - Regla numero tres, no puedes hacer lo que no te permita. Si ves televisión sin permiso, te daré una paliza, si hablas sin permiso, te daré una paliza. Si comes sin permiso, te daré una paliza. Si no limpias bien, te daré una paliza. Y si me hartas... Te daré una paliza.

Sin mas se fue apagando las luces e ir a una habitación no sin antes decirme "Si escapas.... De matare". Esas palabras fueron suficientes para no intentar escapar. Pero simplemente no pudo evitar llorar, y romperse ahí mismo. Su madre no lo dejaba salir a fiestas nocturnas porque supuestamente era un niño, ahora si la decepcionaría y rompería.

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⏰ Última actualización: Aug 24, 2018 ⏰

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