Maxon

11 5 0
                                    

Esta vez Sansa se había pasado. Una cosa era llevarse mal con Luna y otra muy distinta, ridiculizarla delante de todo el instituto.

Sin embargo, a pesar del gran enfado que tenía con Sansa, no podía dejar de pensar en lo que le había dicho Luna la tarde anterior, "soy la hermana que nunca serás". Supongo que debí haber defendido a Sansa, pero ella es lo suficientemente fuerte y mayor como para hacerlo sola.

Después de salir del infierno de instituto, Chase y Luna vinieron a comer a casa pues pasarían la tarde allí conmigo. Al llegar, mi padre estaba preparando Crepes. Cuando ya estaba terminando de cocinar, mi madre pegó un chillido que nos desconcertó a todos.

—¿¡De quién es ese coche!? ¿¡Esa es Sansa!?

Delante de la casa había estacionado un Audi negro, y en la parte delantera se veía a una chica pelirroja y al conductor besándose. A los pocos segundos Sansa bajó del coche, se retocó el pinta labios y entró en casa.

—¿Hola?— habló al entrar—. Oye, ¿no oléis a quemado?

Exceptuando a Sansa, todos miramos a mi padre que estaba junto a nosotros y gritamos a la vez:

—¡Los crepes!

Por suerte solo se chamuscó ese crepe y no provocó ningún incendio. Después de ese incidente, decidimos pedir unas pizzas que comimos sentados en el salón mientras veíamos nuestra peli por excelencia, Mamma Mía.

—Oye Sansa, ¿cuando conoceremos a tu novio?— la interrogó mi madre.

—A ser posible, nunca mamá.

—Venga Sansa, no nos dejes con la intriga.

—¿Y que papá y Dani le espanten? No, gracias.

—¿Qué hay de mi?— pregunté, terminando mi trozo de pizza.

—Tú no le espantarías Maxon, pasarías de él básicamente.

-A lo mejor no me cae bien y hago que rompáis.

—Por eso no le vais a conocer aún, me gustaría durar con él algo más de lo habitual.

—Pero si nunca hemos conocido a ningún novio tuyo. No puedes seguir quedando con chicos a todas horas sin que sepamos si son buenos para ti— intervino papá.

—Cumpliré 17, pudo hacer lo que quiera con respecto los chicos sin vuestro permiso. Ahora silencio, quiero ver la peli.

Veréis, todos en mi familia adoramos esa peli, Mamá, papá, Dani, Sansa y yo. También Chase, Luna y Scarlett aman la película, pero es por pasar tanto tiempo con nosotros y haberla visto tantas veces.

Al principio les hizo mucha gracia que mamá se llamase Donna, como la de la película y mi hermana Sophie, aunque debo decir que Amanda Seyfried le da mil vueltas a Sansa. No le digáis que he dicho esto o soy hombre muerto.

Cuando íbamos por la parte en la que Sophie subía al barco con sus tres posibles padres, Sansa se levantó del sofá sin dar explicación alguna y comenzó a subir las escaleras.

—¿Dónde vas Sansa?

—A mi habitación, ¿o tampoco puedo hacer eso?— pregunté.

Salió como la diva que es y se escuchó un portazo, justo después mis padres me miraron a la vez.

—¿Qué?

—¿Por qué no hablas con ella Maxon?— preguntó mamá.

—¿Y qué me ahogue con una almohada? Paso, gracias.

I Believe In Angels #wattys2019 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora