Te Necesito [Diana X Akko] [Diakko Fanfic]

#5

Desperté con algo de dificultad, no había dormido muy cómoda, tenía frío en mis piernas porque solo llevaba falda, pero estaba tapada por una manta, era raro, nadie venía a esta hora a la biblioteca, supongo que la profesora Chariot me cubrió.

Salí de la biblioteca y me llevé la manta conmigo, creo que hasta le tome cariño de lo suave que era, muy refinada, totalmente blanca con un hermoso borde dorado.

Caminaba por los ya abandonados pasillos de la academia, apenas alumbrados por la tenue luz de luna que pasaba por las ventanas.

Abrí la puerta de mi habitación, Lotte y Sucy ya dormían, me acosté en mi cama, aguante todo el camino hasta mi habitación, pero no aguantaría más.

Apreté mi almohada con mi puño para liberar mi rabia mezclada con tristesa, yo sabía que no le importaba mucho a Diana, pero ¿Tanto como para dejarme sola?

Estaba molesta, frustrada, creí que seria bonito estar con ella.

Aunque sólo yo lo disfrutara.

Aunque sólo yo sintiera algo y ella nada.

Me hubiera gustado.

Apretaba aún la manta con mis brazos abrazandola, como si necesitara con todo mi cuerpo que la manta me devolviera el abrazo, que me devolviera la esperanza que perdí esa noche.

Supongo que mañana si me verá por la tarde, pero ¿Y si me dejaba de nuevo? Tal vez exageraba las cosas, no acostumbraba a ser tan negativa, pero esto me estaba consumiendo.

Me acomodé para dormir con la manta aún entre mis brazos, la abrazaba con aún más fuerza hundiendo mi rostro con pequeñas lágrimas en ella.

Me quedé dormida poco después, cubierta por la extrema suavidad de la manta blanca.

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-¡¿Akko levántate?!-Me pidió Lotte.-Ya es hora de ir a clase.

Accedí sin responder, ya traía puesto el uniforme porque no me lo quité anoche, así que sólo me lo acomodé y salí junto a ella.

Dejé la manta sobre mi cama, sé la devolvería a la profesora luego del desayuno.

Llegamos a clases y me senté como siempre, a pocos metros de distancia, Diana, tan perfecta como siempre.

A veces incluso quería que falle, me odiaba por ello, pero siento que si ella falla, podría estar a mi alcance, podría dejar de ser un sueño tan imposible como lo es en realidad.

Pero eso no pasaría, Diana Cavendish era perfecta.

La clase transcurrió y termino como siempre, a pesar de lo que sucedió ayer, no estaba molesta con Diana, creo que simplemente no podía estar molesta con ella.

Nuevamente parece que sonrió hablando con Avery y Mary, sentía un pequeño cosquilleo en mi pecho al verla sonreír, pero no era por mi. . . Era mucho más feliz con alguien más que conmigo. . . ¿Por qué quería llorar? ¿Por qué. . .

Salí del salón, era hora de comer antes de entrar a la clase de la profesora Ursula, me senté esta vez con mis amigas, aunque comí rápido y me levante sin decir nada.

Mi mente estaba en otro lado, no escuche nada de lo que Amanda estuvo diciendo, terminé de comer y fuí a mi habitación a coger la manta, dársela a la profesora Ursula, y con suerte pedirle algo de ayuda en el examen.

Una parte de mi por alguna razón no quería devolver aquella hermosa manta que llevaba en mi brazo, la quería conservar, pero no podía simplemente quedarmela, la abracé una vez más, como un niño abrazando a su padre cuando salía, sabiendo que podría jamás volver. . .

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Es tan inteligente y educada, con una personalidad que te atrapa como telaraña, abrumando tu mente en todo momento, con su sonrisa, su carisma, su forma de ser que encantaba a cualquiera, especialmente a mi, que estuvo en mi mente desde el primer día que la conocí.