Ahora que en Colombia se esta volviendo a sentir brisas de política, tenemos que hacernos una pregunta muy seria para el marco político colombiano, ¿En serio usted piensa que el triunfo de la derecha es culpa de los votantes y no votantes?
En Colombia se respira ignorancia. En un país en que la conciencia política se reduce al ejercicio de la votación, no podemos esperar nada más que este tipo de resultados. En un país en que la gente vive feliz, cómoda y conectada sólo con la idea del emprendimiento, en un país en que las aspiraciones de las personas son sólo relativas al "poseer" (tanto en el plano material como simbólico), en un país en que nosotres mismes nos creemos tan revolucionarios pero potenciamos estilos de vida que sólo encuentran fundamento en el neoliberalismo prepotente que se instaló con sangre. En un país en que la gente se conforma con votar, pero está ocupada para colectivizarse, en un país en que la gente se conforma con votar, pero los años venideros su foco está sólo puesto en sus proyectos personales (que le benefician a una mismo y sólo a una misma), en un país en que no estamos dispuestos a nada más que a ir a rayar una hoja y creemos que eso es democracia, poder popular y política... En un país así ¿Qué más podemos esperar? Mientras no trabajemos, DE VERDAD, por las transformaciones sociales que queremos, los resultados del circo electoral nunca serán satisfactorios... Y es que si nosotros, los supuestamente rebeldes y los contestatarios que le dieron su voto a Guiller, vivimos tan cómodos en un sistema político y de valores basado en la ignorancia, la posesión, el emprendimiento y el individualismo, no esperemos cambiar nada, no nos sorprendamos. Que el país que tenemos no es culpa del que se opone al sistema electoral, tampoco es culpa del "facho pobre", sino que es resultado de nuestra comodidad irreflexiva, y claro, del terror profundo que aprendimos a tener de la política. Terror tan grande que seguimos sin entender nada.
Pero no importa, una vez más la decepción nos moviliza y seguimos en la misma, con más fuerza. Seguimos ocupados, seguimos estudiando, seguimos trabajando, seguimos intentando la autogestión, colectividad, rabia y amor. Que este país lo hacemos feminista y anticapitalista tarde o temprano. Paciencia y ganas de seguir tenemos todavía.
