LA REACCION

5.6K 309 15
                                    

Habia disfrutado el tiempo sin Granger, lastimosamente el Lunes había llegado, Granger llegaría ese día por la noche, un dia de puro suplicio era lo que le esperaba.

Así que ponerse de coqueto hoy no era una opción, también había habldo con Astoria, lastimosamente, pronto tendría que irse a Francia y continuar sus estudios ahí.

Sus padres no dieron razón, solo que debía hacerse así, Draco le dijo que los últimos días que este ahí la pasara con el, la iba a extrañar mucho, ella era alguien muy especial para el.

Ese día no solo tendría que despedirse de Astoria, si no que tendria que comenzar a aguantar a Granger

Merlin se apiade de él.

Hoy se la paso en el lado negro en su companía, se sentía en paz, era una paz que no había sentido antes pero también una que pronto perdería, dejo a Astoria jugar con su cabello, incluso acepto de buena manera la Corona de flores que le puso, seria el último día a su lado y era algo que no quería desperdiciar.

Pansy decía que si su pareja estuviera en Hogwarts no soportaría que Astoria se le acercara por como reaccionaba cuando ella estaba cerca, el decía que eran tonterías.

Si su pareja estaba hecha para el, por lo tanto debía ser tal y como la había imaginado, azabache o rubia, ojos verdes o azules, y claramente su figura debía ser tal y como le gustaba.

Habia llegado la noche y eso era lo peor, Astoria había sido recogida por sus padres, y el se habia despedido de ella, no sabe cuando ojalá algún día la pudiera volver a ver.

Llego al gran comedor y todo estaba tal y como debía ser, excepto por alguien, Granger había llegado, y el aroma que desprendía no podía ser más contradictorio con su físico.

El aroma era atrayente, pero su físico era algo que Draco repelia con fuerza, no era atrayente para el.

Era francamente desagradable, cabello castaño ojos miel, atributos demasiado grandes para su gusto, una cintura para nada fina ni mucho menos delicada y el cabello parecía un nido de pájaros peor que el de Potter.

No, no podía ser ella, su pareja no podía ser tan así, el no soportaría estar con ella, la sola idea le causaba una repulsión.

Salio del Gran comedor como alma que lleva el diablo, no soportaría estar más tiempo ahí, quería ir con ella y al mismo tiempo queria estar lejos.

Corrió y se encerró en la primera jaula en desuso, para colmo tenía que compartir torre con ella.

No aguantaría controlar sus instintos tanto tiempo, menos teniendo la tan cerca, pero no se suponía que ella devia ser tal y como el quería, debería ser la chica de sus sueños y es totalmente lo opuesto, es una chica que contradice y va fuera de sus estándares de belleza, lo único que podría salvar de ella es su aroma e inteligencia, fuera de eso no hay nada más que podría salvar de ella, nada que le guste.

Lo peor es que tenía que decirle la situación si ocurría algún percance no quería morir o peor que todos se enteraran de su situación, tenía que hablar con ella y eso era algo que no quería hacer, queria retrasarnos todo lo posible.

Cuando salió del maldito salón, viajó en dirección a su torre y ahí se hizo con su "querida" pareja, era decirle ahora o no decirle.

Talvez no decirle, nadie decía que no podía vivir sin una pareja, era algo que el podría cambiar

No tendría que rendirse a ella bastaba con que la evitara lo más posible, pero su instinto no iba de acuerdo a lo que el deseaba, ni bien ingreso el aroma de la castaña lo invadió y eso causó estragos fuertes en él.

Tanto que soltó un fuerte gruñido y placer.

Claramente ella se sobresaltó y estuvo a punto de gritar a Malfoy si no hubiera notado las garras creciendo así como los colmillos que salían de la boca, era señales de que algo malo pasaba, su primer pensamiento fue un hombre lobo, pero no era luna llena, no estaban ni cerca de serlo, debía ser algo más, noto los ojos grises de Rubio se había tormano completamente plateados, no había rastro de alguno de pupila, era un mar gris.

-Malfoy...

-Ni siquiera acabo cuando el rubio ya se había aferrado a ella hundiendo su cara en el cuello de ella, aspirando todo el aroma que pudiera obtener, pero había algo que le estorbaba al querer sentirla más cerca, su busto era muy grande para su gusto, le impedía acercarse y más le disgustaba que cuando los quisiera tomar no cabrían en sus manos menos en su boca.

Hermione entró en un shock no sabía cómo responder, estaba asustada y paralizada, que se supone que hacer en esos momentos, en su lenguaje se empuja a la persona, es lo que hizo.

Draco iba a gruñir por la reciente interrupción a lo que hacía pero luego reaccionó y se dio cuenta de su situación, sus garras se volvieron a guardar y sus colmillos igualmente volvieron al original

Después de esa transformación que no debía suceder, el se dio cuenta que Granger no se iría de ahí sin la charla de lo que sucedía y maldiciendo su instinto tuvo que darsela

-... eso es todo.

Granger solo asintió y se marchó, le habían quedado las cosas claras pero necesitaba que un libro confirmara lo que Malfoy había dicho

El huron es mi veelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora