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02. La casa de Jackson

Blake miraba atento su teléfono desde el balcón de su habitación, imaginándose todo lo que podía llegar con Savannah. La brisa de madrugaba chocaba contra su pecho desnudo y sus antebrazos los tenía apoyados en el negro y fino barandal. Sonrió al ver el número de la pequeña chica recién guardado en su teléfono y a pesar de que aún no sabía lo que iba a hacer con Savannah, tenía en claro que quería un poco de diversión por el momento.

Colocó el teléfono en su oreja con ansias, esperando escuchar la voz de la castaña sin importarle que fuesen las dos de la mañana. Escuchó el primer repique, y sintió una extraña sensación en su estómago, sintió el segundo, y a lo pronto escuchó la voz adormilada de Savannah.

―¿Aló? ―habló la chica, cuestionándose el motivo por el cual el rubio la había llamado a aquella hora de la madrugada.

―Hola Sav ―saludó con voz ronca. Pensó que aquello lo hacía más atractivo, y decidió mantener ese tono por toda la conversación.

―Sonará grosero, pero... ¿Para qué me llamas?

Savannah intentaba hacerse la desentendida con todas sus fuerzas, aunque sabía que aquello era imposible. Estaba sentada en la cama de su habitación, a punto de gritar con la gran sorpresa de que Blake le había marcado, quería hacerse la difícil a pesar de que aquello fuese una misión demasiado complicada.

―Mañana por lo noche hay una reunión del equipo en la casa de Jackson, ¿Te animas? ―preguntó el rubio.

Savannah colocó su mano en su boca para evitar un grito ahogado. Comenzó a sonreír y enrolló en su dedo un mechón de su cabello castaño. No lo tuvo que pensar ni dos veces, aquella chica estaba demasiado contenta con la informal invitación de Blake.

Aclaró su garganta con el fin de no sonar tan desesperada, y habló:

―Claro, me encantaría ―Sonrió.

―Excelente, te espero allá a las ocho, bonita ―informó Blake con una risa ronca.

Colgó la llamada, y colocó su teléfono en el bolsillo trasero de su pantalón.

Se imaginó por una fracción de minuto todo lo que podía hacer con la ingenua Savannah. Para Blake era un hecho que aquella chica era bellísima, y no había quien se lo negara. Miró la vista de las otras casas del vecindario desde su balcón, y tomó en uno de sus bolsillos delanteros un yesquero y un cigarro. Lo dirigió a su boca, y lo encendió. Lo tuvo por un momento entre sus labios, y luego lo agarró con su dedo índice y el del medio. Sonrió nuevamente al pensar en la pequeña Savannah, satisfecho al saber que si iba a tener diversión por un momento.

Savannah se tiró bruscamente en la cama de su habitación, emocionada al saber que estaba encajando con el capitán del equipo de fútbol americano. Sonrió boca arriba, pensando sólo en la atractiva mirada del chico. La inocente chica continuó fantaseando como lo había hecho desde niña, hasta que cerró sus ojos por un segundo y cayó dormida.

❪❪✦❫❫

―¡Despierta! ―gritó Jessica, lanzándole una almohada a su querida hermanita.

La castaña se levantó adormilada de la cama, agarrando con ansias su teléfono de la mesita de noche. Jess frunció el entrecejo, intentando buscarle sentido a tanta desesperación por parte de su hermana. La pelingera sonrió, y abrazó por detrás a su compañera.

―¿Pasa algo? ―preguntó.

―Puede que sí.

Jessica soltó una sonrisa coqueta, y espero a que Savannah prosiguiera:

LITTLE SAV ✧ Joey Birlem; Blake GrayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora