Escucho la alarma sonar con su espantoso y constante sonido que dan ganas de suicidarse, me levanto y la apago, este será un día agobiante, con lo de los uniformes y casi toda la escuela odiándome no sé qué esperar.
Tomo la ropa que usare hoy y me meto al baño para bañarme y alistarme.
Salgo de mi casa rumbo a la escuela con la esperanza de que me choquen o me quede sin gasolina, todo sea por no llegar a la escuela y afrontar todo el odio colectivo hacia mí, pero parece que Dios quiere que aprenda la lección, por que no solo no pasaron ninguna de las cosas que pensé, sino que el camino a la escuela paso extrañamente rápido, parece que acabo de dar vuelta en la cuadra de mi casa cuando ya estoy estacionando el carro, bajo de este y es peor de lo que pensaba.
Todos me miran unos con odio, otros con desaprobación y con burla, me ciento como Bella en twilight, cuando Edward y ella salen del carro juntos y todos los miran, ahora la entiendo.
En realidad, es muy incómodo, pero me importa una mierda, camino con la frente en alto y paso decidido, llego a mi casillero y me encuentro a Simón esperándome, muy preocupado.
-¿Qué pasa?- digo fastidiada.
-¿No te han mandado a hablar?
Justo iba a responder cuando de los micrófonos de la escuela sale la voz del director
-Señorita Aledis Weber, pasar a la oficina del director.
Veo a Simón que me mira aún más preocupado que antes, yo solo encojo los hombros y camino a la oficina, no quiero molestar más al Directo Evans con mi demora.
De camino a mi oficina me encuentro con Zac, su mirada es de enojo puro, yo solo le tiro dedo mientras le sonrío fingiendo que no me importa ni me afecta que el director me allá citado, siendo que por dentro estoy cagadisima.
Llego a la oficina y toco la puerta, "Pase" se escucha desde adentro, fuerte y seco, lo cual me indica que no esta de muy buen humor, tomo aire y entro, encontrándome a Evans tras su escritorio con una expresión para nada buena, ni para mí ni para nadie. Estoy a punto de dar la vuelta y salir corriendo, vámonos a la verga wey.
-Cierre la puerta y siéntese- seco, cortante, así es como me hablo y mi oportunidad de huir se fue.
Hice lo que me pidió y esperé sentada a que dejara de mirarme tan matadoramente y me dijera algo de una vez por todas.
-Así que decidió estropear los uniformes nuevos de Futbol- la manera en la que me dijo eso fue suficiente para saber que nada lo que yo le dijera o incluso suplicara iba a salvarme de esto.
Lo pensé detenidamente, mi cerebro está a todo lo que da, y al final llegue a una simple conclusión; este hombre me va a joder sin importarte nada, por lo tanto, no tiene caso que implore clemencia.
-Pues lo siento- dije como si nada.
-¿Lo siento?- dijo desconcertado y enojado -¿Es todo lo que dirá?
Estaba a punto de contestar cuando la puerta sonó y enseguida se abrió, entro la Señorita Williams, la secretaria del director Evans.
-Disculpe la interrupción director Evans, pero el alumno de nuevo ingreso que viene de Inglaterra está aquí y necesito saber si es necesario que pase con usted antes de que la señorita Martin le de el recorrido por la escuela- Por la forma en la que le habla al director estoy muy segura de que ya se acostaron.
El director miro a su secretaria y luego a mi como si se le hubiera ocurrido una fenomenal idea.
-Bien Señorita Weber, como veo que con usted ninguna llama de atención funciona pasare directo al castigo, llevara al nuevo alumno a dar el recorrido por la escuela, será tutora de mínimo dos alumnos, llevara detención por un mes y pagara los uniformes que destrozo.
¡Maldita sea! Mejor me hubiera expulsado.
-¿Y si solo me duplica la detención? No creo que ser tutora y dar recorridos sea necesario.
-Le duplicare la detención, dos meses y tendrá que hacer todo lo demás de igual forma- estaba apunto de discutir, pero me interrumpió – y si vuelve a alegar será peor.
Lo fulmine con la mirada, y cruce mis brazos sin decir ni una sola palabra.
-Excelente, ahora vaya y reúnase con el nuevo alumno – se dirigió a su secretaria- no hace falta que pace conmigo, solo informe a la señorita Martin que alguien más se encargara del recorrido- dicho esto se centro en unos papeles que estaban sobre su escritorio.
Me levante de la silla y de mala gana seguí a la secretaria esperando mi triste destino, esto de ser tutora y dar recorridos no es para nada lo mio, odio tener que hablar con la gente mas de la cuenta y aparentar que me agradan, es por eso que solo tengo un amigo al cual amo con todo mi ser.
Llegamos a la sala de espera mientras yo tecleaba en mi celular tratando de ignorar a todos hasta que me hablaron.
-Señorita Weber, él es AdamBrown, a quien le dará el recorrido- levante la mirada y vi a quien estaba señalando la secretaria.
El imbécil del bosque.
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Abriendo los ojos
Teen FictionElla era una chica común, un poco pesada pero común al fin de cuentas, se preocupaba por cosas insignificantes como la escuela y sus amigos, pero todo cambia cuando encuentra a un chico extremadamente guapo que le hace abrir los ojos y ver el mundo...