Confia en tu corazón

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Rei, querida y ¿que paso?, con ese chico guapo dime anda y yo te cuento de Kunzite, es un atrevido, pero debo admitir que me ha encantado que en esta ocasión fuese el chico quien tomase la iniciativa y no yo- Mina se lleva las manos al rostro sonrojada

Mientras que Rei barre las hojas como cada mañana, revisa su reloj de pulsera observa hacia la calle, pero esta vez ningún auto cruza, suspira, ningún presentimiento nada- que quieres que te diga, no lo viste nada paso el solo quería ser amable eso es todo, no lo he visto de nuevo y dudo volver a verlo- da un fuerte tirón a la escoba la cual esparce las hojas con fuerza ante los atónitos ojos de la rubia, los ojos de Rei se cristalizan - por un momento creí, que tonta!

Pues se veía interesado en ti, y yo no me equivoco- soltó Mina mientras se levantaba de un salto de aquella banca, -además por que otro motivo pasaría por enfrente de tu casa a baja velocidad, y por que razón te observaría desde aquella banca mientras tu barrías las hojas y charlabas con Serena esta claro que le gustas y que el tonto no sabia como cruzarse en tu camino pero si lo vuelvo a ver...- dio unas pataletas al aire, mientras la peli negra le miraba boquiabierta.

Ya basta! De tantas locuras, ¿de donde sacas todo eso que dices? No tiene sentido en absoluto! Imaginas cosas, vez parejas donde quiera y es tonto!- gritó Rei mientras la voz se le iba quebrando poco a poco- es producto de la imaginación esas cosas no pasan- abrazo la escoba, recargándose en esta- esas cosas no pasan- dijo casi sin aliento.

Mina la miro enternecida, se acercó a esta mientras que Rei mantenía la mirada baja contemplando las hojas que de nuevo había esparcido, la rubia acaricio los cabellos de su amiga, secando aquella lagrima que había escapado de sus ojos- tontita! Claro que pasan, pero debes tener fe en ello, que es lo que mas anhelas? No me lo digas solo cree que así será, yo se que lo vi, se que el te miraba y en sus ojos vi que el deseaba acercarse a ti. No dije nada por que se como reaccionarias, estaba ahí en esa banca fumando un cigarro, y yo cruze por ahí quería coquetearle pues es muy guapo.-

Rei elevó la mirada a los ojos de la rubia que destilaban sinceridad, una risa escapo de su rostro

-no te rías! Deberás lo vi, después note que sus ojos estaban clavados en ti, y mira si el mundo es pequeño en la posada lo vi a tu lado y me dije Mina este chico es para mi querida Rei, es el destino y no hay nada que pueda impedirlo...

Rei rodeo con sus brazos a Mina con voz baja murmuro- de verdad, ¿ lo crees así?-

esta solo correspondió al abrazo, asintió levemente- se que así es sus caminos se encontraran de nuevo, no sufras! Ya has llorado bastante, yo se que ahora solo te toca ser feliz, quizá el aun no esta listo, pero lo estará y cuando lo este vendrás a decirme tenías razón y yo te diré como siempre, que por eso soy la diosa del amor- ambas se separaron muertas de risa.

Reidate/::/

Has estado muy extraño estos días, no pareces tú, ya ni siquiera peleas con los diseños de Seiya Kou, no me has cuestionado nada, apenas te reconozco- le dio una palmada al rubio quien yacía pensativo frente al ordenador, por cierto oí rumores de que vieron a Esmeralda en la posada dime tu la viste?

-Si y ya veo por que se carga esa famita, esta loca esa tía!- Neflyte río a carcajadas

-le hace honor a su fama! Ya veo por que todos aquí no dejan de mencionarla, aun cuando hace años que ya no trabaja en esta empresa bueno desde que le comió el mandado a esa chica, muchas de las empleadas se la tomaron contra Esmeralda como si fuese a ellas a quienes les comió el mandado, creo que fue por eso que ella y ese tal Nicolás se fueron de la empresa pero la fama se quedo y aun se le usa de referencia

-Anda Neflyte que ya pareces vieja chismosa, como las verduleras esas que estaban a medio patio en la posada murmurando tonterías y empañando la Navidad con sus...¿pero que?,¿Ahora por que me miras de ese modo?

-¿Has dicho empañando Navidad? Tú que no crees en ella ahora me reprendes, bueno sin duda te desconozco¡- Jedaite se levanto confundido, no tenía idea por que le molestaba tanto esos rumores esas personas,

como Esmeralda y su lengua venenosa, o las mujeres que solo murmuraban chismes tontos y no abrían los ojos a lo que se estaba celebrando, y ¿desde que momento había comenzado a molestarle eso?, tomo su abrigo dejando al desconcertado Neflyte atrás- saldré a comer, y quizá no regrese por hoy- tomo las llaves de su auto y condujo, casi en modo automático hasta llegar a aquel lugar.

Dejo su auto estacionado, su corazón latía presuroso, una calidez recorrió su cuerpo, era como si una fuerza tirara de él, camino hasta aquel banco, se sentía fatigado.

un deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora