¿Shay Johnson o Shay García? Ambas, a una todos la conocen, a la otra nadie la quiere conocer. Eso fue lo que siempre pensé, hasta el día que el trabajo mas irritante de mi vida me trajo, tal vez, la mejor experiencia de mi vida.
Brian Park, el jef...
— García, ¿se piensa sentar en algún momento o voy a tener que esperarla toda la clase? — Y ahí estaba, la profesora de inglés, la señorita Jiménez, la peor enemiga de Shay, o al menos eso pensaba ella. —No deberías hablarme con ese tono Mónica. —Respondió la niña. La totalmente ''profesional'' profesora miro a la pequeña con tanto odio que los demás niños sintieron la necesidad de mojar sus pantalones, pero no Shay, ella estaba tranquila recostada en la pared, una actitud excepcionalmente arrogante, y extraña en una niña de 13 años. — ¿Tiene alguna razón de por qué no debería hablarle como yo quiera a una niña como usted? — La niña soltó una risa llena de humor, autentico humor, le divertía la situación, siempre había disfrutado ver las reacciones de las personas, especialmente la mujer mayor a la que estaba a punto de hundir enfrente de un grupo de 14 niños. — ¿En serio quiere que hable? — La niña pregunto con un tono sarcástico evidente, mientras caminaba hacia su profesora; estaba justo a su lado cuando ella con su supuesta superioridad auto-otorgada miraba a la niña con diversión, le indico a Shay con la maño que hablara, lo que desato el vómito verbal que la niña tenía acumulado. —Bueno, permítame informarle que se puso su blusa al revés después de su ''Charla'' con el profesor Eduardo, y también se nota su maquillaje regado, además llega con ropa interior en la mañana y se va sin ella en la tarde, porque esta toda guardada en el escritorio del director, todos sabemos de su obsesión por llenarse la boca de chocolates cuando piensa que nadie la está mirando, las marcas de sus brazos las causo una cuerda y la arruga de su falda indica que estuvo agachada sobre una mesa o un escritorio...— La niña se acercó más a la profesora y le susurro: — Y el paquete abierto del condón todavía está a plena vista en la papelera. — La ''señorita'' Jiménez no movió un musculo por lo que le parecieron horas, cuando por fin pudo salir de su trance, lo único en lo que pudo pensar fue en ir directamente a la oficina del director arrastrando a la niña con ella de su pequeño uniforme, no sin antes recoger el envoltorio plateado de la basura.
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PD: Ella es Daniela Cosío, así imagino yo a Shay, pero ustedes pueden imaginar a quien quieran.
Introducción de Brian
20 de Noviembre del 2004
El pequeño Brian no podía creer que su papá haya decidido dejarlo esperando por horas en el medio de la playa de Busan, no sería tan malo sino fuera invierno y estuviera helando en Corea, las primeras dos horas se había entretenido jugando con la arena pero paro cuando el frio había causado que dejara de sentir sus extremidades, estaba a punto de llorar cuando escucho su nombre a lo lejos, era su niñera, como siempre Ji Hye era la única que notaba su ausencia, además de su mamá la que corría junto a la adolescente con una expresión de culpa que él no podía soportar ver, él sabía que era su padre quien la causaba, ese hombre borracho y amargado era la razón de la mayoría de malos ratos por la que su familia tenía que pasar, los cuales no eran muchos a decir verdad, en general eran una familia muy unida y feliz, pero este era uno de esos malos ratos. — ¿Estas bien? Por Dios dime que estas bien, todo va a estar bien, voy a llevarte a comer lo que quieras, ¿quieres Tteokbokki?... — Su madre no dejaba de hablar en coreano, idioma que el todavía no entendía del todo, pero entendió ''Tteokbokki'', su comida coreana favorita y con diferencia, solo le atino a asentir, su mamá soltó una carcajada seguida de la de Ji Hye, el niño no capto la razón pero no le podía importar menos, el solo quería probar esa salsa picante que tanto le gustaba otra vez. No tuvo más remedio que soportar la excesiva cantidad de bufandas y suéteres que su mamá le obligo a ponerse y caminar de manera extraña por el peso pero estaba más que feliz cuando llegaron al puesto callejero y su mamá le compro su tan adorado tteokbokki con una porción de kimbap mientras sermoneaba a su padre en una mezcla de inglés y coreano muy característico de ella.
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Nota: Porque una parte de la trama general de la historia esta inspirada en una canción de Zico, me pareció prudente imaginarlo a el como Brian, pero reitero que ustedes pueden imaginarlo como quieran.
