Estúpida escuela, ¿De qué sirven buenas calificaciones que "demuestran" una inteligencia subjetiva, si igualmente no tengo futuro? ¿Para complacer a alguien? ¿A quién? ¿Para qué? A fin de cuentas ese alguien no soy yo.
Ya estoy cansado de fingir todos los días, actuando como un idiota, ni siquiera soy así... es una simple farsa. Y ¿Para qué? ¿Para qué no me critiquen? ¿Para qué no se burlen de mi verdadera forma de ser y de pensar? Odio ser "así"... sin un criterio o firmeza frente a lo que soy en el fondo, mas allá de ese "cascaron", de lo superficial, de lo abstracto que supone mi actitud y falsa personalidad frente a todos, sé muy bien, en el fondo, en las entrañas de mis malditos pensamientos, que toda esta estupidez es solo por aceptación. Estoy cautivo de mi propia mente, soy su presa, poco a poco me va destrozando; constantemente soy acosado por preguntas vagas y dignas de lo irracional: ¿Por qué tuve que existir? Esta forma de pensar es terriblemente inmadura e impulsiva, pienso cual mocoso buscando atención.
Bueno... por suerte ya es viernes y puedo estar en paz, aunque sea solo por dos días. Dejaré que el tiempo pase rápido y listo.
¿Se supone que tengo que decir mi nombre, edad y esas cosas con las que se comienza una historia en Wattpad, no? Bueno...mi nombre es Cameron Evans. Un torpe de 16 años, mido 1.85, cosa que se presta para que la gente me ponga años de más. No tengo nada interesante que contar sobre mi vida, no voy más allá de lo que es un fracasado. Para poner esto más... interesante, ¿quizá? diré que tengo unos horribles ojos azules, mi piel es tan blanca que parece que al nacer me hubieran bañado en una bolsa llena de polvo para hornear. Mi cuerpo entero está plagado de pecas. Mis brazos están llenos de venas que se notan a miles de kilómetros de distancia. Mi cabello solía ser de color negro, pero como soy "un chico rebelde" me lo pinté de blanco, aunque eso no me quita lo feo. Algunas personas consideran dichas características como el perfil del "tipo perfecto" pero, para ser franco, no termino de comprender tales gustos.
No podría dar más detalles de mi apariencia física, además de que soy extremadamente delgado.
Como dije antes, el tiempo se pasa muy rápido, me encontraba escribiendo esto en clase de matemáticas y, sin darme cuenta, ya era la hora del recreo.
Mi rutina no suele variar: me dirijo a la cafetería, compro un sándwich para tener algo que comer, camino hasta el patio de la escuela y me siento durante todo el recreo a ver a las palomas andar mientras me pierdo en mis pensamientos.
Muerdo levemente mi sándwich, antes de acabar dándoselo a las aves.-Que aburrido...- Digo en voz baja.
Me pongo de pie y me dirijo al baño. Entro para lavarme la cara en el lavabo, cuando de repente oigo una voz que me suena familiar, pero más hay algo más, siento esa voz... reconfortante, suave y calmada, creo poder describirla como "angelical". Cuando dirijo mi mirada hacia atrás, me encuentro con él. Su nombre es Alexander Johnson. Nunca mire con tanta pasión a una persona, cada pequeño detalle en él es tan... perfecto, o al menos lo es para mí. Me gusta relacionarlo con el arte, es como si el escultor Michelangelo, que antaño mostro al mundo su famosa escultura "David", hubiera tallado su cuerpo con extremada dedicación y cautela, su cabello me recuerda a los finos y delicados trazos de antiguos pintores como Monet, Van Gogh o Da Vinci... Eso es él; él es arte.
Al instante en que lo veo, mi corazón comienza a latir tan rápido que siento como si estuviera por estallar, expulsando por todos lados esos sentimientos, ese deseo, pero más allá de eso, todo el amor que tengo para Alexander.
Inmediatamente pienso que la mejor opción es irme, por mi mente pasa la idea de que acabe haciendo alguna tontería que me haga quedar en ridículo frente a él, y dicha idea no me agrada en absoluto. Sin embargo, a pesar de mis fuertes ganas de salir corriendo, mis piernas no responden, solo estoy ahí, parado, no puedo dejar de mirarlo, pienso lo mucho que me gustaría hablarle, acercarme un poco, pero soy incapaz de dirigirle la palabra. Supongo que a todos nos pasa esto con la persona que nos gusta, pero, a pesar de un hecho tan evidente, algo me hace sentir que en este caso hay algo diferente, estoy completamente obsesionado con él.
-Si... definitivamente esa chica no era mi tipo- Dice Alexander.
Escucho otra voz, irritante y odiosa...
-JAJAJAJA ¿de nuevo con lo mismo? has hablado con prácticamente todas las chicas de la escuela ¿y me vas a decir que ninguna es tu tipo? -Dice su amigo.
- Cállate- Dice Alexander, golpeando el brazo de su amigo, con un toque bromista.
Bueno, por alguna razón, me siento tranquilo al saber que a Alexander no le interesa ninguna chica de toda la escuela, pero, por otra parte, me azota la intriga de saber si a él también le pasa lo mismo que a mí... no, no lo creo, imposible. Se ve que él es un chico muy masculino, aunque... sin saber si lo que me mueve es la esperanza o la intuición, pienso que podría llevarme una sorpresa, en fin, pronto lo averiguaré.
A medida que salgo del baño absorto en mis pensamientos, una voz me hace detenerme casi en seco.- Eh...oye- Dice alguien tocando mi hombro.
Era Alexander, el chico a quien observe por tanto tiempo acababa de situar su mano sobre mi hombro, pero lo mejor de esto, no era algo tan simple como el contacto físico, era, más bien, lo que suponía la situación, él acababa de hablarme. En ese momento sentí como si me derritiera por dentro, incluso solo escuchar su voz me causa una sensación de satisfacción absoluta, el toque acogedor y cálido de su hablar me hizo sentirme realizado, tranquilo, despreocupado, y, curiosamente, casi protegido. Pasaban segundos en el mundo pero horas en mi mente, y aun no me lo creía, nunca lo imagine, me tomo totalmente por sorpresa, esto me hace sentir... una felicidad tan grande, una felicidad que nunca antes sentí.
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¿ Por qué me gusta Alexander ?
RomanceCameron , un chico de 16 años que desde pequeño se ha visto obligado a actuar como los demás hombres , ocultando sus gustos e incluso su verdadera personalidad. Solo por no ser rechazado por la sociedad. Más que una simple novela , es una historia d...