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001| Capítulo uno

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001| Capítulo uno

Heme aquí, por cuarta vez frente a una multitud de gente a la cual debo leerles una carta repleta de mentiras.

Nuevamente ocupando el primer asiento en la mesa central, usando un ridículo vestido de dama de honor, riendo y compartiendo con personas que bien pudieron haberse convertido en mi familia.

Otra vez me pongo los tacones, visito la peluquería, me cubro las cicatrices con maquillaje y dibujo una sonrisa mientras leo mi discurso.

Me siento como una serie de malas decisiones que siempre me devuelven al mismo lugar... casi que para las mismas fechas del año.

Entregando a manos de otra al hombre con el que compartí mis mayores deseos, sueños, aspiraciones, besos, cuerpo con cuerpo... hasta le brindé un lugar dentro de mí ser. Pero he de suponer que la rutina es algo de lo que todos nos cansamos alguna vez, ¿acaso es esto a lo que mi padre le llamó "la crisis de los 30"? Porque, diablos, llevo tantos desaciertos que me siento muy mala jugadora en los bolos, y eso que nisiquiera juego bolos.

Maldición, todo esto apesta.

—Ahora, ¡démosle un fuerte aplauso a la dama de honor!

Gracias Joe, por hacerme sentir especial.

Los silbidos por parte los tíos de Malcom me hacen tener mucha más vergüenza aún, digo, son sus tíos. Nisiquiera sus amigos hacen tanto alboroto.

Me pongo en pie de mi asiento y con manos sudorosas saco de mi bolso aquel pedazo de papel... el cual de manera sumamente estética metí dentro de un sobre color azul decorado con flores de fomi. Sí, así de detallista soy.

Carraspeo captando la atención de todos.

—Amor; no es más que una simple emoción, un sentimiento agotador. Que te sube a las nubes y al poco tiempo te estrella contra al pavimento. Lo siento por las expresiones.— me interrumpo yo misma.— A ver ¿quién conoce con exactitud lo que amar es? Bien, conocemos las demostraciones de afecto, los detalles, el tacto... pero ¿de qué se trata?
El amor aveces es duro, te estrellas una y otra vez con puros charcos de lodo y justo cuando te sientes al borde del acantilado siempre podrás contar con tu alumna de la clase de piano...— todos ríen por la broma, aunque no era esa mi intención. Me regalo un suspiro.— Muchas veces estarán bien, otras creerán que está por acabar todo, pero al final del día se verán a ustedes mismos mirando cualquier estupidez que presenten en el canal fox— seriamente debería trabajar de comediante, lo pensaré más tarde. —, pero ya en serio, aprenderemos de todo un poco. Y en el recorrido conoceremos el significado perfecto para la palabra Amor.

La sala revienta en aplausos hacia la alumna de piano, es decir, su servidora.

No me queda de otro que observar el beso entre los dos, como los besos que me daba a mí... cómo el roce se sus labios con los míos era tan magnifico. Odio la manera en la que recuerdo a todos mis ex.

La Quinta Es La Vencida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora