Juan: ¡Hola chicos!
Carol: Buenas
Lucas: ¿Cómo estás Juan?
Juan: Bien ¿y vosotros dos?
Carol: Estamos bien, decidimos hablarte para que salieses un rato con nosotros, creíamos que lo necesitabas, no debe ser bueno estar todo el día en casa
Juan: Ya... No me apetecía salir, pero llevaba demasiado tiempo encerrado, y ya era hora de que me diese un poco el aire
Lucas: Carol y yo quedamos de vez en cuando, si algún día te apetece volver a salir, solo tienes que avisarnos
Juan: Gracias, lo tendré en cuenta
Carol: ¿Qué tal llevas lo de Ana?
Juan: Prefiero no hablar de eso, salí con la intención de despejar un poco mi mente, no de seguir dando vueltas a la cabeza
Carol: Perdón, solo preguntaba por si querías desahogarte
Juan: No pasa nada
Lucas: Emm... ¿Queréis que vayamos a por un refresco?
Juan: Sí, vamos
Los tres estuvieron hablando largo y tendido, pero Lucas tenía que marcharse,debía entrenar.
Lucas: Bueno chicos, debo irme, tengo que ir a entrenar.
Carol: Pásalo bien
Juan: ¡Adiós Lucas!
Lucas se marcha, mientras Carol y Juan siguen hablando
Carol: ¿Por qué no vamos a tu casa?
Juan: En serio Carol, no es momento para eso
Carol: Solo quiero que hablemos de una forma más íntima
Juan: Bueno... Está bien
Juan y Carol se van a casa de Juan.
Juan: Sabía que lo que querías era quedar conmigo a solas
Carol: Pues sí, quería quedar hoy contigo, sabía que Lucas más tarde tenía entrenamiento y que nos quedaríamos solos, sé que no te atreves a quedar a solas conmigo.
Juan: Carol, simplemente no quiero quedar con nadie, si he salido hoy un rato con vosotros, es porque me hacía falta despejar la mente
Carol: Sabes perfectamente que yo soy la única persona que es capaz de despejar tu mente por completo, lo único que tienes que hacer es llamarme.
Juan: Carol en serio, no quiero seguir con esta conversación, me voy a casa
Carol: No, te necesito, siempre que tú me has necesitado he ido corriendo a ti, ahora te necesito yo, quédate.
Juan: De verdad, no estoy de humor
Carol: ¿Me puedes decir que es lo que nos separa ahora?
Juan: Siempre te lo dejé claro, a quien quiero es a Ana
Carol: ¿Entonces por qué me buscabas?
Juan: Lo nuestro solo era entretenimiento ya está, no había más
Carol: No lo niegues Juan, sientes algo por mí, y ahora que no hay nada que nos impida estar juntos, deberíamos iniciar nuestra relación, la que hace tanto tiempo llevamos ocultando.
Juan: No siento nada por ti, esa es la realidad
Carol: ¿Por qué siempre preferiste a Ana? yo te daba todo lo que ella no.
Juan: La diferencia es, que estaba enamorado de Ana, nunca he estado enamorado de ti
Carol: Mientes, lo que te pasa es que estás dolido por su muerte, y no eres capaz de reconocer que a quien quieres es a mi
Juan: De verdad Carol, no quiero hacerte daño, lo mejor es que me vaya a casa y olvidemos lo nuestro.
Carol: Todo lo que he hecho, lo he hecho por ti
Juan: ¿Y qué has hecho por mí?
Carol: ¡Yo! ¡Yo maté a Ana!
Juan: ¿Tú mataste a Ana?
Carol: Sí, ya no podía más, era el único obstáculo que teníamos, ahora ya podemos estar juntos, no hay nada que nos pueda separar
Juan: ¡Pero tú estás loca! ¡Ahora mismo voy a llamar a la policía!
Carol: Si llamas a la policía, otra vez volveremos a estar separados, no lo hagas Juan
Juan: ¡Que yo no te quiero, nunca te he querido, y nunca estaré contigo!
Carol: O estás conmigo, o con nadie
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El asesinato de Ana
Mystery / ThrillerAna era una chica de 22 años, buena estudiante, inteligente, guapa, con carisma... y sí, era, porque Ana fue asesinada