"La Muerte y Los Ghouls"

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"LA MUERTE Y LOS GHOULS"

Capitulo dos.
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Gotea y gotea, después rasga. Estira y estira hasta que se tuerce, mastica con hambre, casi devorando o atragantándose. Mira sus manos temblorosas, manchadas de sangre de su comida. Aún no tiene remordimiento, no... Aún no. Todavía está hambriento.

Muerde y arranca de nuevo, la carne es tierna y deliciosa, su paladar se va al extasís, traga. Su lengua se desliza por sus dientes armoniosa.
Suspira, ya siente arrepentimiento pero aún está hambriento.

Toma el corazón empapado en carmín, suave y esponjoso como onigiri, o al menos eso pensó. Lo estrujó y amasó, descubrió que sólo era carne y dentro era músculo relleno de sangre. Lo mordió y el jugo carmesí salió, amó el sabor y se sintió culpable de eso.

Escuchó un sonido acercándose en donde estaba. El miró hacía el ruido y sus ojos resplandecieron en la oscuridad, uno era un sangriento rubí sobre una esclerótica de petróleo. El otro era de un ámbar grisáceo y apagado, su expresión pasó de la defensiva a terror absoluto al ver quien era.

Una mujer enana que él conocía muy bien.

Se levantó entre sombras y con la velocidad inhumana que poseía se escabullólejos de ella, lejos de su mirada, lejos de su secreto.

Rukia se quedó atónita, acababa de ver a un ghoul comiendo y era... Era muy repugnante. Veía el desastre abstracto de víceras y sangre, carne y pellejos por doquier. Se acercó a la pulpa sangrienta ya muerta con asco y ganas de vomitar sólo para comprobar que le hacía falta el corazón. Ella apretóla madíbula con furia, siempre había pensado que la mayoría de los ghouls eran repugnantes y malvados y sólo unos cuantos casos eran los que la convencía de que no todos, pero esto... Esto había sido un asesinato con instinto puro, con hambre, con deseo y con crueldad.

Luego recordó los ojos brillantes de aquél ghoul, el necrófago sólo poseía un ojo rubí y el otro era ámbarino, le recordó vagamente a su amigo de cabello naranja con el que ella estaba peleada pero negó rápidamente. Ichigo sólo era humano, no un monstruo.

Llamó a las autoridades y estos confirmaron que el cadáver ya levaba muerto algunos días y lo identificaron con una persona que había cometido suicidio. Rukia aún así pensó que eso era atroz, los ghouls no sabían que había más allá de la muerte y por ende para ellos profanar la muerte era horrible o éticamente. Pero la ética es lo que conviene o no a tu persona.

Rukia suspiró exasperada y mejor decidió regresar al apartamento de Ichigo, pensó que esta vez ella debía disculparse por lo sucedido entre ellos.

Caminó algo pesado, realmente le perturbó lo que había visto. Era como si el ghoul supiera donde cortar y extraer. Y su mirada no era para nada la de alguien loco.

Cruzó un puente, la gente pasaba a su lado sin notarla o ponerle atención, luego miró a dos agentes del CCG, con sus abrigos blancos y ordenados y sus maletines de metal. Ellos escrudiñaban atentamente la zona en busca de algún peligro necrófago. Entonces una idea corrió por la cabeza de Rukia, una forma de ayudar sin tener que preocuparse pir salir de su gigai, sin tener que estar molesta con la situación actual en la que lo único que podía hacer era un pobre kido médico. Una forma de acabar con los Demonios psicóticos y sin piedad como el que habría visto esa misma tarde.

Suspiró de nuevo y se acercó a aquellos hombres que eran muy altos comparado con ella, pero mucho más bajos que Ichigo. Rukia sonrió ante la imagen de ichigo siendo detenido por estos actuando como policías.

"Etto, disculpe señor investigador..."

"Mmmm?"

"¿Podría decirme dónde puedo entrar para ser investigadora?" preguntó con firmeza y el hombre alzó una ceja y se encorvó un poco con ella. Le sonrió amablemente y le dijo que era sorprendente que una mujer quisiera ser investigadora, lo dijon respetuoso y cuidadoso de no decir directamente sobre su figura o estatura. Recalcó que las apariencias engañan. Entonces le dió la dirección de la academía de investigadores, y rukia le agradeció sincera. Esta vez ella protegería a ichigo y a los demás.