"La Muerte y Los Ghouls"

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CAPITULO CINCO.

"La muerte y los ghouls"

Entonces el murciélago escapó como la nueva prescencia le había "sugerido" Rukia se preparó para encararle, Mado también de puso en ese plan, pero dejó que la mujer dirigiera esto.

"¡¿Quien demonios eres idiota?!" alzó la voz la pequeña pero fuerte kuchiki.

El hombre ladeó la cabeza.

"No tengo nombre." declaró sencillamente.

Rukia alzó una ceja bastante incrédula.

¡¿acaso estaba jugando con ella?! Subestimarla sería su perdición.

"¿Y tú quien eres? ¿Quienes son el viejo y el hombre joven que está inconsciente?" su tono era sarcástico y divertido, algo que enfurecía a Rukia.

De alguna manera le fué familiar.

Era una lástima que ya no podía salir de su cuerpo, si no, en su forma shinigami acabaría con el y no se daría cuenta de siquiera que lo golpeó.

O al menos eso creía tercamente, y su línea arrogante y orgullosa de pensamiento fue interrumpida por un carraspeo de impaciencia, el tipo buscaba la respuesta y no les había atacado aún.

"Soy Rukia Kuchiki, y lo demás no te interesa, porque yo daré tu final" ¿porque, porque odiaba tanto a los ghouls? Que mas que nada eran almas injustamente malditas que necesitaban de los demás para sobrevivir, eran seres que fueron corrompidos en su mayoría por la crueldad de la sociedad. Pero ella no llegaba a comprenderlo, no, ella los veía como seres malvados, más conscientes que los hollow y más repugnantes que los mismos. Había un bloqueo en ese lugar y no veía almas, no era capaz, pero si lo hiciera... Cada vez que mataste un ghoul y su alma saliera de su cuerpo, vería que era un alma humana común... Y que desgraciadamente no iba ni al infierno, ni a la sociedad de almas... Era enviada a sufrir a hueco mundo, por el vacío que portaban desde muy temprana edad.

Entonces, por ignorancia sentia tanta rabia, y quería acabar con le ghoul frente a él, la gran incógnita.

"hasta aquí puedo oler tu odio, afecta tu sabor y aroma, ¿sabias? Pero muy pocos notan esto" Mado retrocedió un poco, presentía que esto era ya personal y tenía que cuidar de Amon, no estaba tan loco. Ella gruñó de ira al escuchar a él ghoul.
Pero ella no dio el primer paso, si no fue el.
Impulsandose de donde estaba comenzó a correr hacia ella, con piernas largas y ágiles se movía bien, pero nada al nivel de un Ghoul, pero no como antes, tal vez estaba más débil ahora. Hablaba más de lo que realmente era, seguramente, hasta que escucho el agrietar de el suelo debajo de él y casi verlo desaparecer en frente de sus ojos, se impulso con tal velocidad hacia arriba que era un borrón negro en la noche. Sus instintos reaccionaron y detuvieron un golpe, con su quinque que ahora era y se había quedado casi como una katana deformada por espinas parecidas al hielo, un azul casi fluorescente, de lo que había expulsado anteriormente. De ahí el ghoul se impulso desde el mismo quinque hacia atrás para caer de nuevo frente a ella, en una posición de casi hombre araña que no se como describir.
Vio el destello rojo detrás de su máscara y entonces, viendo como un fuego emergía de su espalda como su kagune, escucho una voz que casi reconoció.
"¿En qué te han convertido, Rukia?"
Y estaba malditamente triste el tono, apuntó de atacar Rukia vio como todo se volvió inexplicablemente blanco en un borrón.

El ghoul, después de dejar inconsciente a rukia, y con un Amon también inconsciente, Mado tuvo que retroceder para socorrerlos, pero cuando comprobó que estaban bien, se dispuso a atacar al Ghoul, que  sólo lo miró y desapareció. Huyó por los grandes y abandonados drenajes de la ciudad, paro bruscamente sintiendo como la sangre se acumulaba dentro de su máscara y se la quitó, tosiendo más y cayendo al suelo con un estremecimiento.
Apenas y podía controlar sus ojos... Y hacia esto? El rojo en su iris bailaba traviesamente, traicionando le mientras sentía el frío de la noche calar le los huesos por sentirse débil.

El ghoul murciélago de antes se paro frente a él y se arrodilló.  Ulquiorra.

"Oye, ¿te encuentras bien?"

La voz era exquisitamente conocida. Había tenido sus sospechas pero no se lo creía, de verdad era el.

"T-Te dije que fueras a Anteiku, ulquiorra" alzó su mirada y vio los verdes ojos de ulquiorra, pero esta vez tenían una expresión, hasta eran amigables.

"No pensaba dejarte solo, sospechaba que no eras un Ghoul, y seguramente eres un experimento incompleto, si los enfrentaba terminarías mal, ¿no?"

"Pero no estoy mal, ¿ves?" y vómito dangre y una maldición.

Escucho la suave risa de ulquiorra y este después lo cargo en su espalda.

"Si claro, vamos, a Anteiku."