With You - Clexa

CAPÍTULO 3

Cuando cayó la noche, dijimos de no ver ninguna película más porque era lo único que hacíamos, así que montamos una pequeña fiesta. Octavia empezó a pasear por la planta baja y vio una botella de alcohol, lo que hizo que Raven la cogiera y preparara los vasos. Estábamos sentadas en la alfombra delante de la chimenea hablando un poco de todo mientras bebiamos. Yo ya iba por el tercer vaso y no me di cuenta de lo mareada que estaba hasta que me puse de pie y me caí. Lo único que hice fue reírme, pero Lexa que casi no había bebido se preocupó.
- Oye chicas, creo que deberíamos dejar de darle alcohol a Clarke. - Afirmó mientras me sujetaba porque yo no podía mantenerme.
- No no, estoy bien estoy bien. - Dije yo arrastrando las palabras sin saber muy bien lo que decía. - Vamos a jugar a algo. - Y me senté otra vez abrazando a Raven mientras le arrancaba algún que otro pelo de la cabeza con la mano.
- Vale, pero deja de quitarme pelos Clarke, que al final me voy a quedar sin. - Se quejó mientras me apartaba de un manotazo.
- Jueguemos a "yo nunca". - Propuso Octavia. - Todas podemos jugar y además es el típico juego para estos momentos.
- Vale, yo empiezo. - Dijo Raven. - Yo nunca he robado en una tienda.
Y Octavia bebió, cosa que no nos sorprendió a ninguna.
- Era pequeña y ese colgante me gustaba mucho. - Nos explicó mientras se reía a causa de la bebida. - Bueno, me toca, yo nunca he roto algo y lo he dejado como estaba antes.
A esa, todas bebimos.
- Supongo que era demasiado fácil. - Dijo Octavia. - Tu turno Clarke.

Estuve realmente cómoda jugando hasta que una Raven borracha preguntó:
- Yo nunca he besado a alguien de mi mismo sexo.
No sabía que hacer. Podían interpretarlo como un desliz en una fiesta como me pasó, o como que me siento atraída por ellas, lo que no era mentira.
Octavia me miró fijamente a los ojos y poco a poco nos llevamos los vasos a nuestra boca. Para nuestra sorpresa, Lexa también bebió.
Nadie habló del tema, cosa que agradecí, y después de un silencio incómodo para las 4, repartimos las habitaciones. Raven dormiría con Lexa porque era a la que "más confianza tenía", y yo con Octavia.
Al entrar a la habitación que Raven nos había asignado, me fui al baño a cambiarme mientras Octavia lo hacía en la habitación y al salir nos tumbamos en la cama. A pesar de lo que pasó entre nosotras, no había incomodidad, así que no pasaba nada por dormir en la misma cama.
- Octavia, ¿estás bien?
- Sí, tranquila, solo estaba pensando. - Contestó mientras se giraba en la cama para mirarme.
- Y, ¿en qué piensas? - La verdad era que estaba intrigada, desde que habíamos dejado de estar ebrias, Octavia no era la misma de antes.
- Si te cuento algo, ¿prometes no decírselo a nadie? - Preguntó con lágrimas cayéndose de sus ojos.
- Pues claro, cuéntame lo que quieras.
- Nunca he dicho nada a nadie, pero llevo enamorada de alguien desde hace bastante tiempo y me está matando. - Dijo Octavia dejándome estupefacta.
- Oh, ¿ y quién es? - Le contesté yo intentando buscar su mirada en la oscuridad de la habitación.
- Raven... - Dijo cerrando los ojos, haciendo que sus lágrimas cayeran del todo. - Va a mi clase de química y somos compañeras. Al principio empezó siendo un flechazo, pero a medida que hablabamos me empezó a gustar. Cuando me dijiste que esta tarde íbamos a su casa me dió miedo porque no sé como actuar o que decirle y... - Cuando Octavia dijo todo eso me empezó a cuadrar. Por eso el día que se sentó con nosotras en la cafetería no dejaba de mirarla y sonreír.
Simplemente la abracé y así nos quedamos dormidas.

Al despertarme a la mañana siguiente me di cuenta de que todo estaba en silencio. Miré el reloj y eran las 7 de la mañana. ¿Qué clase de persona se levanta a las 7 de la mañana un sábado? Pues claramente, yo. Como sabía que no iba a ser capaz de volver a dormirme fui al baño y después a la cocina. Iba frotandome un ojo y cuando me di cuenta había alguien en la cocina sacando algo de la nevera. Casi me muero del susto, y al parecer casi la mato a ella también. Al girarse con el vaso de agua en la mano, Lexa abrió los ojos y pegó un bote haciendo que se cayera al suelo.
- Dios lo siento muchísimo, no sabía que alguien iba a estar despierta a las 7 de la mañana. - Dije mientras me agachaba junto a ella para recoger los trozos de cristal y secar el agua.
- Tranquila, yo tampoco. - Sonrió.
Y yo creí desfallecer en ese momento.
- ¿Todo bien, Clarke?
- Si si, perdona, recojamos esto antes de que Raven se despierte y lo vea. - Respondí mientras tiraba todos los cristales que había encontrado a la papelera.
Lexa y yo nos sentamos en el sofá y nos quedamos hablando un tiempo. Ella me contaba cosas sobre ella y yo sobre mi. Me dijo que se cambió de colegio porque su madre murió y que vive sola con su hermano pequeño Aden. También me preguntó que si estaba mejor de los golpes y yo le dije que sí, que este tiempo con ellas había servido para evadirme. Tras 3 horas hablando y riendo, nos llegamos a conocer ambas un poco mejor, y eso me gustaba.