CAPÍTULO 7

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Lexa's POV.

Eran las 8 de la tarde y ya era oscuro. Raven aún no había vuelto, y lo que parecía un ambiente tranquilo y agradable se había transformado en uno tenso.
La verdad es que me gustaba Clarke desde la primera vez que la vi, y a estas alturas en las que nos pasabamos los días juntas y que nos habíamos besado, sentía que ya no podía más. Nadie sabía acerca de esto porque me daba demasiada vergüenza hablarlo con alguien.
- Lexa, ¿estás bien? Llevas callada mucho rato.
- Sí, perdona. Estoy bien.
- ¿Pensando como siempre? - Sonrió, y yo lo hice con ella.
- Como siempre.
- Y, ¿qué es en lo que piensas tanto? Como sea el chico de rugby de Octavia que nos enseñó y habló te voy a…
- No, no es eso, ni siquiera la escuché. - Y era verdad. Prefería mirar a Clarke sonreír y reír antes que oír hablar de un tío.
- Sé que te gusta alguien. - Dijo a los pocos segundos. Y me puse nerviosa.
- ¿Cómo lo sabes?
- Se te nota en la cara. Siempre estás como ida y de vez en cuando sonríes mirando un armario, una silla o con lo que te quedas embobada. ¿Por qué no me habías dicho nada?
- No lo sé, me da vergüenza. No sé porque has asumido que era el compañero de Octavia, no sé si lo sabías pero no me gustan los chicos.
Y cerró la boca de golpe. Creo que esa no se la esperaba.
- ¿Qué te gustan las chicas? - Dijo sorprendida.
- Creo que es obvio. Nunca os hablo de chicos, nunca miro a los chicos, y os hablo de culos, ¿en serio me estás diciendo que no te has dado cuenta?
Y en ese momento pareció cuadrarle todo.
- Y entonces quien te gusta? Yo quiero saberlo. - E hizo un pequeño puchero.
- No te lo voy a decir. - Dije riendo.
- ¡CHICAS ESTOY EN CASA! - Gritó Raven desde la entrada, escuchando sus pasos subir las escaleras.

***

Aunque viviera sola, tenía que controlar mi hora de llegar a casa y más. Aden necesitaba mi ayuda, era mi hermano pequeño. Cuando llegué a casa, la vecina que era quien lo cuidaba cuando yo salía o hacía planes se despidió y se fue.
Hice la cena para los dos, pasta con tomate, porque no sabía cocinar otra cosa, y estuvimos hablando un poco antes de irnos a la cama, mañana teníamos que madrugar.
Al despertar me preparé, comí algo y fui para clase.
Estuve toda la mañana medio dormida e intentando aclarar mi cabeza. Necesitaba hablar con alguien urgentemente.
- ¿Se aburre señorita Woods?
- Para nada profesor, es que no veo bien de lejos.
- Está en segunda fila.
- Se me han olvidado las gafas en casa. - Y era cierto, me las había dejado en el escritorio y se me olvidó cogerlas.
Al parecer le pareció convincente y me pude salvar e ir a desayunar. Cuando llegué a la mesa vi a Raven y Octavia comiéndose la boca sin ningún problema. Lo que no me sorprendió.
- Veo que la fuga de ayer tuvo sus ventajas. - Dije bajito a Clarke.
- Llevan así toda la mañana, no hay quien las separe.
- Me lo puedo imaginar.
- Lexa, quiero que sepas que voy a averiguar quien te gusta.
Y eso si que las separó.
- ¿Te mola alguien? - Dijo Octavia tan fina como siempre.
- Gracias Clarke.
- ¿Por qué no nos habías dicho nada? Queremos saber todo. - Dijo Raven mientras se apoyaba en la mesa y me miraba fijamente.
- Pues no lo vais a saber.
- Pues nos vamos a apuntar a Clarke y averiguarlo, tú no te preocupes. - Contestó Octavia.
- Miedo me dais.

***

Por la tarde, después de hacer los deberes, las chicas vinieron a mi casa. Aden dormía en casa de un amigo así que no iba a haber ningún problema.
Raven y Octavia no dejaban de mirarme fijamente, o sea que nada de ponerme en modo enamorada.
Nos contaron que cuando Raven había ido corriendo a su casa, se dieron una oportunidad y ahora están saliendo. Realmente era bonito, no como yo, que estaba colgada por una persona que ni siquiera sabía si le gustaban las chicas.
Octavia estaba más a su rollo, pero Raven no dejaba de prestarme atención porque sabía que algo pasaba.
Y tanto que lo sabía. A la semana siguiente mientras estabamos en el centro comercial y ella y yo nos habíamos ido a tomar algo me soltó:
- Sé que te gusta Clarke.
Me quedé en shock.
- ¿Tanto se me nota?
- Hija, la estás contemplando todo el día como si fuera tu diosa, y se te cae la babilla.
- ¿Desde cuando lo sabes?
- Desde la semana de la playa.
- ¿ Y por qué no me habías dicho nada? ¿Y por qué te has apuntado a esto con Octavia y Clarke?
- Primero de todo, no iba a decir que se que te gusta así como si nada exactamente como acabo de hacer. Segundo, no quería que me preguntaran si me quedaba en silencio o no les seguía el rollo.
Me quedé callada porque no sabía que decir.
- Podrías intentar algo Lexa.
- No, no soy terrible para esas cosas.
- Yo ahí lo dejo.

***

Estuve dándole vueltas toda la noche. Habíamos estado coqueteando mutuamente, eso quiere decir algo. Así que, porque no, iba a hablar con ella y contarle todo.
Al día siguiente era sábado, y me pasé todo el día con Raven y Octavia intentando saber que decirle. Ellas recreaban la escena como si fueran Clarke y yo con distintas frases, y casi todas por no decir todas, acababan con beso y en la cama.
Había una fiesta esta noche en casa de Octavia, así que aprovecharía la ocasión para intentar confesarme.
- Tú solo intenta no ponerte muy nerviosa, y hazlo rápido que sabes que a Clarke le va el alcohol. - Me explicó Octavia, la cual lo sabía porque Raven y yo habíamos decidido explicárselo.
- Está bien, ahora ayudadme a elegir que me pongo.
- Algo que llame su atención, así vas perfecta. - Dijo Raven.
- Raven voy en sujetador y un pantalón corto.
- Por eso mismo. - Y sonrió chocandole la mano a Octavia.
Al final me decidí por un tejano negro y una camisa de cuadros roja dejando ver la camiseta blanca de debajo. No iba ni muy mal ni súper arreglada así que perfecto. Para cuando yo llegué con Raven, la cual iba perfecta, las chicas ya estaban ahí.
- Vamos Lex, tenemos que encontrar a Clarke.
- ¿Y Octavia?
- Ya la buscaremos luego, ahora tienes que hacer una confesión de…
Y dejó de hablar en ese mismo momento.
- ¿Una confesión de que? ¿Por qué has dejado de hablar de golpe?
- No, nada, me he acordado de una cosa, vámonos a tomar algo antes de buscar a Clarke, ya sabes, para entrar en calor.
- No, dime que has visto y porque te quieres ir.
Me hizo un gesto con la cabeza para que viera lo que ella había visto, y me entraron muchísimas ganas de llorar ahí mismo.
Era Clarke, con Bellamy, dándose un beso. Y lo peor de todo es que estaba sobria porque a los dos minutos de llegar, O le mandó un mensaje a Raven diciéndolo.
- Lo siento mucho Lex. - Se disculpó Raven.
- Tú no tienes la culpa, vámonos, hay que encontrar a Octavia.

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Personas lectoras, se viene el dramilla. Nos os preocupéis que me gusta pero no soy muy fan así que no problema. :)


With You - ClexaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora