El Amor Es Para Tontos

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Ah. -responde Aaron- A propósito- sigue hablando- sabes algo de Alan? -pregunta.

Pues... -empiezo a hablar mientras suelto el móvil- lleva una semana en coma, pero está estable. -digo.

Adiós que te vaya bien. -le dice mi padre a Aaron antes de que este por fin se vaya. Por desgracia Chris se había tenido que ir antes porque su hermana lo estaba llamando, Antonella como siempre tan oportuna.

Aaron se estuvo como alrededor de una hora en mi casa, al parecer había venido a jugar un partido y volvía a California en dos días. Él ahora vive allí debido al traspaso de la empresa donde trabajan sus padres. A pesar de que sólo haya venido aquí por un partido tengo un mal presentimiento.... en fin... espero que solo sean cosas mías.

Y qué pasó ? -pregunta Evelyn con curiosidad.

Pues fue bastante bien la verdad-digo mientras ese mal presentimiento sigue rondando en mi mente- solo me preguntó por Alan. -contesto- y lo mejor: mañana se va!!!! -grito con felicidad y hago un baile raro en el que ella me acompaña. -Bueno ahora a lo verdaderamente importante, cuéntame todo de ese chico. -le digo, en la fiesta de Halloween Evelyn conoció a un chico, este tiene un año más que nosotras y juega en el equipo de lacrosse del instituto.

Pues se llama Daniel, tiene 17 años, vive en Miami y tiene descendencia japonesa. -dice y luego parece recordar algo. -También juega en el equipo de lacrosse del instituto y esta tarde tienen un partido. -dice feliz.

Y vas a ir a verlo no? -pregunto obvia.

Supongo. -se encoge de hombros.

Cómo que supongo ? Tienes que ir, sino cómo piensas acercarte a él ? -pregunto y ella me mira con una sonrisa inocente. Yo me doy un facepalm. -Mmm así estás bien. -digo viendo su ropa- ahora llamamos a Ally para que te acompañe y asunto resuelto. -digo.

Tú no vas a ir ? -pregunta curiosa.

Tengo algo que hacer antes, si salgo a tiempo voy. -le contesto mientras ella coge el móvil para llamar a Ally.

Vale, ya vamos. -dice Evelyn y luego cuelga. -Dice Ally que en su casa ya. -me dice y asiento.

El aire frío del hospital recorre mi cuerpo y me da un escalofrío, ~deberías haberte abrigado~ me dice mi conciencia, como siempre decido ignorarla y me dirijo hacia la habitación que a pasar de sólo haber estado dos veces sé perfectamente donde está.

Al llegar veo que la puerta se encuentra ligeramente abierta y luego sale una enfermera.

Lo siento, pero solo pueden pasar familiares. -dice.

Verás es que yo soy su prima, y llegué ayer de Nueva York. -le digo. Espero que cuele.

Bueno si es así... puedes pasar. -dice aunque no muy convencida, por lo que le doy las gracias antes de que cambie de opinión.

Entro y ahí sigue, con el pelo más largo y algo de barba pero igual que la última vez que lo vi; me dirijo hacia su cama y me siento en el sillón que está a un lado de esta.

Jamás pensé que diría esto, pero ya no puedo aguantarlo más, Alan no sabes la falta que haces en teatro, sin ti la obra no es igual. -respiro hondo- Y no sabes la falta que me haces a mí, a pesar de que siempre estemos discutiendo, a pesar de que solo seamos capaces de decirnos lo que sentimos cuando estamos borrachos, a pesar de que nunca hayamos sido nada pero lo hayamos sido todo. Por favor Alan, despierta, porque no puede haber un final sin que antes haya habido un principio. -digo, y sin poder resistirlo lo beso y no sé si son imaginaciones mías pero él me corresponde.