Capitulo 3

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Ian habia insistido en bajarse el por los helados, nos pidio los sabores pero para hacerlo mas interesante le dije "sorprendeme" se bajo corriendo con ese trajesito de futbol que tenia que lo hacia ver mas ternurita aun.

- Tu hermano es un amor

- Le has caido bien, nunca nadie le sigue el juego, creo que le gusto que tu lo hicieras.

- Esta bien ternurita.

- Si- guardo silencio un rato y volvio a mirarme- Ian hay veces que escoge los peores sabores.

- No importa al menos se divierte- dije volteando hacia que traia nuestros helados, uno era de yogurt(el de ian), uno de vainilla(el de Jev) y uno de...no lo se habia una mezcla de sabores y colores (el mio).

- Oh los mezclo todos, espero que no mueras intoxicada.

- Dios, ¿Como le puso todo eso?

- Me voy a morir de risa si le puso el ingrediente secreto- lo volte a ver y su sonrisa demostraba emocion.

- Cual es el ingrediente secreto?

- Secreto- dijo como si fuera algo muy comun.

Debia decir que ahora les temia a los dos. Ian llego con los helados, eh de decir que si el helado se veia asqueroso de lejos, de cerca asqueroso le quedaba corto. Nos entrego el helado nombrandonos mientras nos lo daba, ambos me vieron fijamente con su sonrisa maliciosa para que lo probara, mi lengua lamio el helado llevandose gran parte de el en una sola probada, el sabor era...repugnante, sentia todos los sabores que existian y por existir en mi lengua; trague duro forzando una sonrisa, juro que iba a vomitar, ¡ay, esto era horrible!, nunca quitaron sus miradas de mi hasta que me lo hubiera acabado. Ian tomo el cono de Jev todavia con todo el helado y se dirigio al bote de basura a tirarlos; volte a ver mi cono cuando Ian regreso y encontre lo mas asqueroso, horrible, repugnante en ese cono.

- Es una broma, no?- dije señalando a la cucaracha que yacia muerta en en final de el cono.

Ian (que denuevo estaba en mis piernas) y Jev negaron con unas pequeñas sonrisas. Oh, Dios. Sali del coche aventando a Ian dentro de el hacia Jev, fui corriendo al bote cercano, casi caigo dentro pero por suerte no fue asi, todo el helado que ingeri quedo en el bote.

Podia escuchar la canversacion de ambos hablando del ingrediente secreto.

- Probresita, no devimos hacerlo Jev.

- Tu fuiste el de la idea.

- Pense que era tu novia y todas las que tienes son malas.

- Ya que, de todas formas, ya no vamos a tener que comprarle helados.

- Por que ?

- Ya no confiara en nosotros.

Pff. Guacala, me limpie la boca con una servilleta que tenia cuando corri.

Me dirigi al coche y agarre mi mochila para irme dando grandes zancadas, estaba demasiado enojada por lo que me habian hecho. El coche ya iba a la misma altura de la que yo iba; tenia en mi la mirada culpable de Ian y la divertida de Jev. Ian se bajo rapidamente y me abrazo pidiendome perdon con pequeñas lagrimas rodando por sus mejillas, si que le pegaba duro la culpa, Jev en cambio solo me dijo no seas terca, ya subete, segui caminando con Ian enredado en mi pierna llorandome que le perdonara y Jev manejando el coche lentamente al mismo paso que yo.

-Ian, esta bien, te perdono- me arrodille para estar a su altura y le dije- promete que no lo volveras hacer, por el meñique- levanto su dedito y lo enredo con el mio sonriendo.

- Muy bien, ya hicieron las paces, ahora subanse al coche tengo que ir a entrenar.

Ignore a Jev y segui caminando con Ian agarrandome la mano; Ian me iba contando sobre sus compañeros del futbol pero se callo al escuchar un fuerte portazo, volteamos a ver y Jev venia muy enojado hacia nosotro.

- Al auto- dijo Jev, mas bien rugio, Ian se estremecio y se dirigio al auto asustado.

- Lo asustaste!

- Sube al auto- volvio a rugir.

- O que?

- Te dejo

Me dirigi enojada al coche pero di la vuelta y mejor me fui caminando a mi casa desde aqui, utilizaria a siri para saber donde estaba y poder irme a casa. Ian venia corriendo hacia mi y me abrazo denuevo, pero ahora asustado.

- No te vayas, te pueden robar.

- Niño, tines que dejar de ver tele- dijo Jev.

- No te preocupes, se cuidarme- dije para que despues Jev bufara y murmurara "si claro" a lo que yo le mande una mirada asesina pero de malas- Bueno, adios, te veo mañana Ian.

Camine una cuadra escuchando como Ian le pedia a Jev que me fuera con ellos y demas suplicas para no irme sola, aunque si daba miedito por que la calle ya no estaba transitada y empezaba a oscurecer. Oi un lamento de mujer al lado derecho en el que habia una pequeña calle, volte a ver quien era fijando la vista con mi ceño fruncido.

No podia ser cierto.



Un mes con JevDonde viven las historias. Descúbrelo ahora