Capitulo 5.

1 0 0
                                    

Salgo a la máquina de chatarras y pulso los botones para obtener unas papas fritas, está siendo una noche larga y tremendamente fría para estar en verano.
Aunque todo siegue siendo extraño y aún no tengo mucha buena información comienzo a investigar los pocos datos que obtuve de Benjamin, comienzo por el incidente de su amigo que para mí es irrelevante pero para él no y si aprendí algo en los últimos años es que tengo que ser minucioso.
En cuanto comienzo la búsqueda me duele el corazón, no solo murió una familia esa tarde, fallecieron 38 para ser exacto, las imágenes del lugar son aterradoras, demasiada sangre, demasiados cuerpos quemados y partes de estos regados por la zona, casi puedo sentir el olor de la carne chamuscada. Al terminar de leer todos los reportes estoy agobiado, el incendio fue causado, todos creen que el hijo adolescente lo provocó y sobrevivieron tres personas que ahora están muy afectadas, una de ellas está en el psiquiátrico de este hospital, para mí suerte, así que decido subir a investigar un poco más en lo que mi sospechoso del crimen actual despierta.
Sigo sin encontrar mucho sentido a esta parte de la historia pero ahora ya tengo curiosidad y tengo que recabar la mayor información posible.
-Hola, estoy buscando a Mía Sosa- le digo a una enfermera recepcionista mostrándole mi placa.
-Claro, ¿tiene alguna orden?- Me pregunta alzando una ceja, es ruda.
-No, en realidad estoy investigando un caso un poco antiguo y mis jefes y yo intentamos ser un tanto discretos, solo haré un par de preguntas y me retiro- le prometo poniendo la cara que le hacía a mi madre de pequeño cuando quería caramelos.
Funciona.
Entró al área de psiquiatría y una enfermera me señala a quien busco una señora de no más de 60 años, su cuerpo grita enfermedad y debilidad pero sus ojos revelan algo más,me dirijo a ella con paso seguro para irradiar confianza, cosa que aprendí en la academia.
-¿Mía? Hola, me llamo Marco, ¿Te sientes bien si te hago unas preguntas rápidas?
Mía voltea el rostro y puedo ver su cara completa, arrugada un tanto por la edad y otro tanto por las quemaduras, no asusta pero da un poco de lastima.
-Sé a lo que vienes, ella me lo dijo. Te lo voy a contar y asegúrate de no perder detalle porque después de esto fingiré pérdida de memoria a ver si de una vez me dejan en paz- me habla de una forma severa, casi como si me estuviera regañando.
-¿Ella?- preguntó intentando esconder mi desconcierto ante su respuesta.
-Ya estás metido en esto, lo vas a entender en algún punto.- alza sus huesudos hombros como restándole importancia- Un día desperté agitada, podría decir que tenía un presentimiento pero jamás había tenido uno así que no lo supe en el momento, fui como siempre al Mercado yo sola, mis hijos estaba mi demasiado inmersos en sus cosas, pasé por casa de la familia Vilchis- se calla por un instante como si recordara algo y suspira- eran buenos, siempre me ayudaban cuando lo necesitaba, pero ese día una voz muy bonita salía de su casa, atravesaba las ventanas y te invitaba a pasar a escucharla, mucha gente también se percató de ello y cómo si nos pusiéramos de acuerdo caminamos en busca de esa preciosa voz, de repente cantaba que la acompañáramos y en otro momento repetía un poema hermoso, dejándote con ganas de más. Lo primero que pensé, por supuesto, es que era un ángel, que el Señor por fin nos había bendecido bajando a uno del cielo, así que lo primero que hice fue arrodillarme a dar gracias, de pronto no podía hablar ni siquiera en mi mente, sentí como si mi lengua no supiera articular y comencé a asfixiarme, pensé que era mi momento y volví a reflexionar en la gloria del Cielo, de pronto una gran explosión ocurrió y pude escuchar la hermosa voz transformarse en risas, igual eran bellas pero ya no me daban paz, ahora les temía como al mismísimo diablo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 30, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El caso de Benjamín HarrisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora