¿Cansado de los héroes de Marvel o DC?
¡Aquí tengo la solución! Una historia de super héroes totalmente independiente
-El Gobierno Mundial ha caído gracias a una persona: Larry Bowman, quien descubrió un ataque que ejercerían en contra de las p...
Despertó de entre los escombros de una zona muerta del planeta, miró a todos los lados; sus aliados han muerto y está solo, comprende lo último que Larry le dijo: si él moría, tenía que seguir la misión. Decidió subir al único helicóptero que queda, el brazo le sangra, pero no le importa más, el saber que Larry está muerto le hace un daño aun mayor que el dolor físico que el atañe.
-Estos malditos... se arrepentirán -Susurró mientras el helicóptero inicia a elevarse, avanza como puede y cuando sale de los límites de Velmont, desciende rápidamente a tal grado de casi estrellarse contra el abrumador desierto; abandonó la sala de control, no antes de caer al piso un par de ocasiones y escupir sangre por los daños previos.
Como pudo tomó unos esquemas dentro de la pequeña bolsa que llevaba en la parte trasera del helicóptero. Caminó sobre el desierto durante algunos minutos hasta llegar a la entrada de una pirámide.
-Si esto no sale como planeaste, te asesinare en unos minutos... -Habló al aire, abrió el pergamino y al encontrarse con la entrada comenzó a palpar la pared, presionó uno de los bloques, como si de un teclado telefónico se tratara -5...2...7...7...9 -Dijo mientras los presionaba, durante unos segundos no ocurrió nada, pero más tarde el piso comenzó a temblar, el muro comenzó a elevarse, nuevamente tocó el teclado "4,6,3".
-Eso debe ser suficiente -Dijo, tomó el primer papiro que ahora resultaba inútil y con un mechero lo encendió, asegurándose de que quedara en cenizas. Al cabo de unos minutos de caminar llegó a la sala principal, donde brillaron 3 figuras de oro.
-Es momento de acabar con estos idiotas de una vez por todas, te lo prometo Larry -Agregó finalmente mientras retiraba el casco de su rostro y lo deja caer al piso, en el reflejo del mismo se podía ver la figura de una chica de tez clara, con cabello lacio y oscuro cayendo por sus hombros, sosteniendo en sus manos un objeto de oro, que al acercarlo a su rostro se adhirió mostrando un resplandor en toda la sala.
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