Crónicas de Luna Nova

Capítulo 23

Encontrándose actualmente en el patio de Luna Nova son la joven Diana Cavendish junto con el hijo del primer ministro Andrew Hanbridge y su mejor amigo Frank, ya habiendo recorrido actualmente una parte de la escuela, habiendo mostrado las áreas importantes del campus, su valor e importancia en la enseñanza para las brujas y qué utilidad tienen cada uno de esos lugares, la joven Cavendish se concentraba en enseñar y explicar lo más esencial a sus dos acompañantes, mientras caminaban el joven Andrew Hanbridge se encontraba totalmente desinteresado por todo lo que habían explicado hasta el momento mientras que su amigo Frank estaba totalmente emocionado como un niño sabiendo más cosas de las brujas, pero algo le molestaba y era el silencio totalmente frío como a la vez pesado y tenso, sin ya poder aguantar la tensión del ambiente, tomo la decisión de romper el silencio entre ellos, para así aligerar el ambiente y poder tener una conversación entre los tres con tranquilidad.

Frank: Entonces –caminando al lado de Andrew, notando que la señorita Cavendish como su amigo Andrew lo miran al mismo tiempo- ¿desde cuándo se conocen ustedes dos?, tengo esa curiosidad desde hace rato, ya que ustedes dos, dentro de la fiesta se hablaron como si se conocieran, pero se tratan como indiferencia, espero mi pregunta no los incomode, pero eso de verdad me sorprendió, ya que no sabía que conocieras a la señorita Diana Cavendish, Andrew –mira a Andrew fijamente-

Andrew: -deteniéndose un momento mientras acomoda su corbata con una postura firme, mientras mira a su amigo Frank- Diana y yo nos conocemos desde que somos niños, nos veíamos casi seguido en las reuniones de nuestras familias, ya que la familia Cavendish como mi familia Hanbridge han tenido una relación estrecha y estable desde hace muchos años, por ende nos conocemos, aunque Diana y yo casi nunca nos tratamos ni hablamos, ya que Diana siempre estaba ocupada con sus estudios de magia, mientras que mi parte siempre me encontraba rodeado de otras niñas o personas para poder conversar, así que podríamos decir que solo somos unos simples conocidos

Diana: -volteándose con cuidado mientras tiene los brazos cruzados, asintiendo un poco ante lo que dijo Andrew- Lo que dice Andrew es totalmente cierto, como futura jefa de la Mansión Cavendish después del fallecimiento de mi mamá, me eh dedicado completamente a mis estudios, a mejorar en la magia, para así poder tener un buen control de la mansión Cavendish, y nos ponemos a ver, las únicas veces que hablamos fue por temas políticos de nuestras familias, donde nos pedían que participáramos

Frank: Ooohh –asombrado por lo que escucho, mientras mira al cielo pensativo- y yo andaba pensando que ustedes dos desde niños eran amigos, pero que tenían una rivalidad entre ustedes que los hacía tratarse de esa manera, pero no pensé que eran conocidos y que sus familias estaban relacionadas

Andrew: -negando levemente mientras suspira- Esta vez, si que tus pensamientos no fueron los correcto causando que te equivocaras Frank, para que nos volvamos amigos Diana y yo, debería de pasar un milagro que nos haga cambiar de idea, o principalmente que yo cambie mi opinión sobre la magia

Diana: -volteándose mientras mira hacia el frente, girando un poco los ojos- Dudo que un milagro te haga cambiar de idea referente a nosotras las brujas y a la magia Andrew, tienes la misma ideología que tu papá, así que dudo de que eso pase, pero si eso llegara a pasar, tendría que hacer una fiesta por ese gran acontecimiento y milagro, pero será cuestión de ver si ese milagro pasa, -respirando hondo para luego botar el aire con cuidado- bueno creo que es, hora de continuar nuestro recorrido

De pronto se comienza a escuchar una risa llena de mucha maldad y malicia, cerca de donde ellos se encuentran, la risa comienza a penas la joven Cavendish termina de hablar con sus dos acompañantes, esto causa que los tres se pongan alerta y comienzan a buscar con la mirada de donde proviene esa risa, como a la vez teniendo en cuenta el peligro la joven Cavendish agarra su varita para estar preparada en defender como a la vez poder atacar o lanzar algún hechizo de alerta por el invasor presente en el patio, deseando que esto solo sea una mala broma de algunas de sus compañeras y no alguien que los desea atacar.