VI. Esta Fue Una Mala Idea

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En la casa de Sana jugamos un rato videojuegos pero yo no tengo muy buena práctica y ella siempre terminaba por vencerme.

- ¡Oh vamos!,- Perdí nuevamente.

- Jaja ¿segunda ronda?

No tenía de otra, ¿por cierto que hora es? Miré el reloj y eran las siete de la tarde.

- Última y ya ¿Esta bien Unnie?

Ella asintió alegremente, luego mientras cargaba el juego ella me preguntó algo.

- Oye Chae, ¿por qué nos dejamos de hablar?, éramos muy unidas, ¿qué pasó?

Me puse nerviosa, la verdad es que no había sido un "nos dejamos de hablar" sino un "yo le deje de hablar", yo me alejé.

- Unnie yo...

En eso se escuchó un golpe fuerte y la madre de Sana comenzó a gritar, a su padre le estaba dando un infarto. En seguida llegó la ambulancia y su madre se fue en ella, Sana iba a hacerlo de igual manera.

- Tu ve, yo me voy a mi casa - Le dije intentando parecer tranquila.

- ¿Si sabes como llegar desde aquí? - Asentí despreocupada y ella se subió a la ambulancia.

Comencé a caminar por la calle, tratando de reconocer la zona pero la verdad es que solo le mentí a Sana, no tengo idea de como regresar a mi amado hogar...pero ¡claro!

Tengo mi celular y ahí puedo ver el mapa e incluso tengo una app que me dice que autobuses debo tomar y ... ¡Lo que faltaba! ¡No tengo pila, mi celular murió!

Comencé a subirme a autobuses que creía que me llevarían a zonas que me fuesen familiares, tomé varios pero al parecer estaba caminando en círculos.

Comencé a recordar que había pasado con Sana, tiene razón éramos muy unidas pero...Agh ahora lo recuerdo, lo recuerdo todo.

Ya eran los últimos días de escuela antes de salir de la secundaria, mis amigas y yo descansábamos en un jardín, de algún modo u otro nos quedamos Sana y yo a solas, fue ahí donde le conté sobre mis ... preferencias sexuales, ella lo tomó como si nada y me sentí a gusto con ello, el problema fue que yo decidí contarle aquella intimidad mía para proseguir con una confesión de amor, así es, eso era, yo estaba enamorada de Sana, sin embargo mi plan salió muy mal y terminamos enredando las ideas y palabras, haciendo un laberinto de confusiones que en lugar de decidirme a deshacer, solo me alejé de ella con el pretexto de no quererlo hacer mas grande.

Quiero disculparme con Sana pero no quiero dar explicaciones completas, mejor sigo evadiendo el tema, como sea ya la superé y no siento nada especial por ella, no siento lo que siento con ...

Estaba caminando, el cambio para subirme a los autobuses se me había terminado y solo tenía un billete grande, no quiero que me lo cambien por monedas pequeñas...

Mis manos comenzaron a sudar, estaba obscureciendo y yo seguía perdida, la ansiedad y frustración se adueñaron de mi y me paré en seco a tratar de no llorar, pero ¿que tiene que llore? No hay ni un alma en esta calle y yo estoy ¡sola y perdida!

Con miedo a que me roben, secuestren o no se, comencé a temblar ahí mismo como un chihuahua.

Pero sentí las luces de un carro chocando en mi espalda, luego escuché que el carro se detuvo detrás mío y el miedo se adueñó completamente de mi ser, estaba en shock, ¿que hago? ¿Me doy la vuelta? ¿Corro? Solo comencé a caminar tranquilamente, y justo cuando caminé el carro avanzo de igual manera, me estaba siguiendo hasta que se puso a mi par y bajaron la ventana de este.

- ¿Italiana? - Reconocí la voz de inmediato, era Miguri o "la japonesa del café"

Me detuve y ella igual, la miré y seguía con su uniforme del partido, con su cabello amarrado y todo, ella bajó del auto y fue conmigo.

- ¿Que haces so...- creo que vio mis ojos rojos de llanto - Oye ... ¿Estas bien?

Preguntó algo exaltada, puso su mano en mi hombro. No se si estoy feliz de que me encontrara a alguien conocido o estoy aún mas enojada porque haya sido ella...

- Si, estoy bien - Me tallé los ojos, ella retiró su mano de mi hombro y luego me contempló por unos segundos.

- ¿Que me ves? - Se enderezó y señaló su carro.

- ¿Quieres que te lleve a tu casa? - Fruncí un poco el ceño sorprendida y confundida a la vez.

- ¿Cómo sabes que voy a mi casa? - Ella sonrió discretamente.

- ¿Cuánto llevas perdida?

Me sonrojé, pero no de pena sino de rabia, ¡¿por qué me contesta con mas preguntas?!
Pero a decir verdad, me duelen mucho mis pies...y aprecio que me haga esa oferta.

- S-Si, si quiero que me lleves a mi casa, si, estoy perdida y si, llevo caminando dos horas - Ella sonrió y soltó una risita.

- Sube - Le dió la vuelta al carro y abrió la puerta.

- Yo respondí tus preguntas - le dije, ella levantó la vista al momento que dije eso y pintó de nuevo su sonrisa.

- Bueno, veía lo claros que se hacen tus ojos al momento de estar húmedos con tus lágrimas y por lo cansada que te ves supuse que tu parada era tu hogar.

Puso una expresión calmada y ambas nos subimos a su auto.

(...)

Crazy - [MiChaeng]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora