Cinco.

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Hoseok se había dedicado a ver todo de Taehyung en las semanas que habían pasado, el solo verlo lo hacía feliz, nunca nadie había aceptado a Hoseok, intentó estar con algunos omegas sin embargo nunca había una conexión y los omegas corría despavoridos al Hoseok decirles en lo que se estaban metiendo.

/Termine de hacer la comida, espero que te agrade./ Taehyung se acercó y acarició su mejilla, su mano era demasiado grande y hacía ver la cara de Taehyung más pequeña.

/Todo lo qué haces me gusta./ dijo Hoseok con un tono honesto. /Incluso cuando tú me muerdes./ mencionó con un tono pícaro.

Recientemente Hoseok estaba siendo más intenso cada día para que lo tomara con calma y no ir a los extremos desde el principio, el cuerpo de Taehyung solo había experimentado el dolor que podía soportar y no más, Hoseok nunca lo forzaba ni se excedía. Moretones de distintos colores decoraron la piel pálida del menor, marcas de mordidas y dedos en su cuello, entonces Taehyung comenzó a morder a Hoseok también, a este no le molestaba, le gustaba más bien que el menor le quisiera para él.

/¿Te molesta?/ preguntó Taehyung sin ningún rastro de tristeza en su voz, lo cual tranquilizo al alfa al saber que su omega no era de esos que gafen un drama por cualquier cosa.

/Por supuesto que no bebe, me agrada sentir tus colmillitos en mi./ Taehyung se puso un poco rojo y ladeó su cabeza.

Hoseok lo había notado más dócil cada día y, su olor estaba siendo más intenso, su celo se acercaba y el del menor también, debía hablarlo con Tae, acercó su boca a su cuello y lo lamió, lo sintió estremecerse bajo su toque y sonrió, nunca tendría suficiente de él, su cuerpo reaccionaba tan bien a todo lo que le hacía, había sido moldeado da su goce.

Destroy Me ᴴᴼᴾᴱᵛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora