SEGUNDA FAMILIALlego caminando como puedo a la casa de mi amiga, me detengo y siento que mis pulmones queman. Dejo mi mochila en el suelo y trato de tomar aire con las manos apoyadas en las rodillas, algo así como tratar de ir al baño sin tocar el asiento del inodoro, pero con ropa y jadeando como si hubiera corrido una maratón.
mierda ¿por que mi mejor amiga tiene que vivir encima de un puto cerro?
Toco el timbre muchas veces seguidas, como si mi vida dependiera de ello. Después de dos minutos tocando el botón como si fuera una vieja con epilepsia, no me malinterpreten, no es que tenga nada contra las pasas que no pueden dejar de moverse, veo por la ventana que alguien va hacia la puerta.
Siento como el portón de la casa se abre, suspiro, tomo devuelta mi mochila y lo abro, entro como si estuviera en mi propia casa, bueno en parte lo es. Cuando estamos en época de clases, vengo aquí por lo menos 3 veces a la semana, de hecho estoy más aquí con la familia de mi mejor amiga que con el señor al que suelo llamar padre.
Sigo muy cansada, creo que tengo de dejar de fumar, eso que dicen que afecta a tus pulmones parece ser cierto.
Nota mental: la próxima vez que venga voy a salir dos horas antes y voy a caminar más lento que una tortuga embarazada.
Sigo el camino de piedras que hay desde el portón hasta la casa misma. Si uno la ve desde afuera no parece la gran cosa, pero al entrar se puede notar que es una casa moderna. El jardín está llena de flores de nombres raros y plantas que son de la abuela e Ali. El camino hacia la entrada es como de piedras pero tiene pasto a los lados.
La puerta principal se abre y puedo ver como la hermana de mi mejor amiga me espera en el umbral con una sonrisa. Ella es alta, de pelo castaño rizado y ojos color miel, tiene un bronceado envidiable y esta vestida con una polera blanca lisa y unos jeans oscuros y claro, sus infaltables vans con las que anda en skate.
-Hola enana, como estas?-le pregunto lento tratando de calmar mi respiración.
-Mejor que tú parece, otra vez trataste de correr para no llegar tan tarde o sólo te cansaste por la subida?
-Lo que pasa es que sólo a ustedes se le ocurre poner nuestro maravilloso hogar en una montaña, deberían tener un bus de acercamiento o algo así-- suspiro cansada y camino hasta la cocina donde decido tomar un vaso de agua.
Estaba tomando tranquilamente agua como una persona normal lo haría hasta que siento que alguien me toca la espalda y comienza a hacerme cosquillas. Me tiré al piso y comencé a retorcerme mientras Ali me seguía haciendo cosquillas. Recordé que tenía el vaso en la mano y tiré su contenido a la cara de mi amiga, o lo que quedaba de el después de mi hermosa caída.
Ali me miró con el ceño fruncido mientras yo trataba de no estallar en carcajadas. Digo trataba porque apenas nos miramos a los ojos ambas empezamos a reírnos en el suelo como dos focas retrasadas. En los 4 años que llevamos siendo mejores amigas, creo que ni una sola vez nos hemos saludado o despedido de manera normal, siempre lo hacemos con cosquillas o bromas, creo que es nuestra forma de demostrarnos cariño.
-Veo que llegó mi hija favorita- dijo la mamá de Ali tendiéndome una mano para levantarme.-hace 3 días que no te aparecías por aq- no pudo terminar lo que estaba diciendo porque en vez de levantarme tiré fuertemente su brazo para que cayera al piso, a lo que nosotras reímos todavía más.
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A Veces Si Es Tarde
HumorMicaela tiene 17 años y tiene que lidiar con unos cuantos (muchos) problemas, algunos por su culpa y otros fuera de su alcance. Pero ¿será capaz de deja el rencor atrás, perdonarse ella misma y al resto ? ¿Podrá por fin aceptar su vida? ¿Va a seguir...