5.- Primera Prueba

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"Ninguna familia es perfecta"-




A esas alturas el rostro de Heine aun no recobraba su color natural. Fruncía el ceño con mas fuerza de la debida tratando de eliminar en su mente la representación gráfica del sexo entre jóvenes menores de edad.

Por supuesto que había visto aquello antes, tuvo relaciones sexuales en el pasado, aunque nada serio que sobrepasaran 24 horas o un mes, y prefiere evitar decir que fueron con mas hombres que mujeres pero aquello no ayudaba a hacer mas fácil su reacción ante los hechos

Sus pensamientos galoparon hasta convertirse en una orden, "sal de ahí". Con la vergüenza de escuchar los gemidos y demás sonidos que no deseaba describir en esos momentos, salio de la habitación y cerro la puerta con la mayor discreción posible.

—"Toque antes de entrar"— Las palabras del Sr. Granzreich volvieron a la mente de Heine. Era una jodida broma? Acaso el patriarca Granzreich sabia lo que hacían sus hijos en sus habitaciones? De haber sido así no requería una advertencia mas grave que un simple "toque antes de entrar"?!

Heine gruño con frustración antes de masajear su rostro, ahora entendía perfectamente el porque no duraban los tutores en ese lugar

—Quien es usted?—

La voz grave de otra persona fue lo que lo sorprendió. Volteo el rostro en un gesto cansado y temeroso como si pudiese venir algo peor de esa persona

Un joven de cabellos castaños levemente rizados y unos anteojos parecidos a los suyos fue lo primero que noto. El joven (y probablemente su otro estudiante) lo miraba con el ceño fruncido y mirada inquisidora

—Vuelvo a repetirlo, ¿quien es usted?—

Heine se enderezó, mientras se preguntaba en que momento había quedado encorvado con la frente recostada en la puerta. Carraspeo —Buenos días, joven. Me llamo Heine Wittgenstein, su padre me contrato como el tutor de usted y sus hermanos. —dijo con la mayor seriedad que podía lograr

Él no contestó, solo hizo mas profundo su ceño. Los gemidos se escuchaban mas lejanos por lo que supuso que lo que estaba pasando ahí dentro acabaría en cualquier momento.

—Mi padre.. —Dijo después de unos minutos el castaño. Soltó un suspiro y volteo el rostro en dirección al pasillo.

Heine siguió con la mirada la misma dirección. Otro joven, quizás un poco menor que los demás, se escondía graciosamente entre las cortinas de una ventana y la esquina del pasillo. Su cabello era corto y rubio, de apariencia delgada y pálida. Se asustó completamente al notar la mirada de ambos en el.

El castaño hizo un ademán con la mano para que se acercara y el otro movió la cabeza hacia los lados, negando, el joven suspiro y volvió su vista a Heine

—Mi nombre es Bruno, Bruno Granzreich, Profesor Wittgenstein. Y quien se esconde allá — señalo con su dedo al otro— se llama Leonhard, nuestro padre nos dijo que vendría un tutor en unas semanas más...—

Heine escuchaba atentamente sus palabras pero no fue hasta que se escucharon nuevamente los gemidos que fue incapaz de seguir el hilo de la conversación

—Me gustaría realizarle algunas preguntas... Como sabrá hemos recibido educación en algunos aspectos por lo que...—

—Kai!! —

Esta vez el gemido o grito, no se quedó en la habitación. El rostro de Heine se convirtió en una mueca, el nombrado Bruno simplemente le resto importancia a aquello

Stolen SoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora