2.- Las consecuencias de lo inevitable

781 99 5
                                    

"El pasado es la unica cosa muerta cuyo aroma es dulce."



















— Me dirás que te trae por aquí?—

Luego de una breve charla en el jardín, ambos decidieron finalmente entrar en la pequeña pero acogedora casa atrás de la misma iglesia. Los dos hombres sentados uno frente al otro en la mesa con las tazas aun llenas del liquido marrón que era el café

La decoración del pequeño lugar era minimalista, simplemente lo esencial. Una pequeña sala con un sillon y algunas mesas con jarrones llenos de flores, algunos cuadros con fotos de diferentes personas luego la cocina/comedor, con su estufa, horno y encimera para cocinar llena de diferentes ingredientes

Heine no contesto de inmediato la pregunta, se tomo su tiempo antes de siquiera abrir la boca y tomar un trago del café amargo

El hombre religioso siguió esperando una respuesta o alguna señal en los ojos rojos de su acompañante

— Necesito una razón para volver a mi hogar?— se limito a contestar con una pequeña nota de sarcasmo en su voz

— Si no te conociera, no, no la necesitarías — murmuró pensativo el otro — Sin embargo, puedo decir que me preocupan tus razones. — 

— No hay porque hacerlo — susurró tomando otro sorbo de su café espeso — Simplemente quise regresar.... Han pasado demasiados años y deseo retomar mi vida aquí. —

— Deseas retomar algo que quedo pendiente?— 

El silencio no ayudo al momento de sentir el cambio de ambiente, el hombre mayor suspiro 

— El pasado siempre esta presente — recitó y Heine no pudo evitar darle la razón con una breve sonrisa; eso fue suficiente para dejar zanjado el tema entre los dos.

Y así pasaron los días, con demasiada rapidez para el gusto del pequeño profesor quien ahora vivía en la pequeña casa con el Padre de la iglesia, las pocas pertenencias que mantenía en su maleta ni siquiera lograban ocupar espacio en la habitación de huéspedes de aquella casa. Suspiro por octava ves en el dia, mientras acomodaba papeles en su maletín. Ahora empezaba lo difícil, encontrar un trabajo...

Descarto totalmente trabajar en una escuela, ya que la única que existía cerro sus puertas luego de un incendio donde murieron un grupo de niños, ahora todos los que vivían en aquel lugar mandaban a sus hijos a una escuela situada en el pueblo vecino. Nunca nadie se había atrevido a recuperar lo perdido hace mucho tiempo o siquiera pisar los terrenos de la misma

Heine sonrió al encontrarse frente a la dañada estructura de madera, tenía demasiado trabajo por hacer antes de alcanzar su meta y devolverle su esplendor a aquel lugar

Porque lo había prometido

Y no importaba cuanto tiempo pasara, él cumpliría su promesa.

Una mano cálida se poso en su hombro — Profesor particular?— pregunto divertido el religioso

— Profesor particular. — afirmo Heine

— Que bueno. — murmuro con alivio, cosa que no paso desapercibida ante los ojos del menor — Por que creo que requieren de ti. —

Luego de decir aquellas palabras extendió un pequeño panfleto cuyo encabezado tenia escrito "Solicitud de Trabajo, Tutor particular"

Extrañado por ello, Heine tomo en sus manos el papel para leerlo completamente. Por la información escrita, un hombre solicitaba un tutor privado para la enseñanza de sus cuatro hijos, y cuando hablaba de enseñanza se refería a todo, desde ética hasta cultura y avances tecnológicos. Alzó una de sus cejas extrañado por aquellos requerimientos del hombre

— Han estado anunciándolo hace semanas, creo que no ha llegado alguien calificado —

— No entiendo donde es esta dirección — murmuró intentando recordar las calles y avenidas.

— Yo sé. — sonrió el otro — Te llevare a donde es. —

Heine asintió mientras seguía leyendo, "Nombre del empleador: Viktor V. Granzreich"

Heine agradeció al hombre con la mirada y caminaron de regreso a su casa, necesitaba arreglar todo antes de presentarse ante el Señor Granzreich.






*****






Acomodo nuevamente la corbata aferrada a su cuello, a pesar de aflojarla lo máximo posible (claro que, tratando de mantener un aspecto formal) parecía querer estrangularlo con saña

La vieja camioneta del cura, a quien sinvergüenza alguna llama "nave de combate" cuando parecía apunto caerse en pedazos cada segundo que pasaba mientras se sacudía cada vez más al momento de entrar al camino empedrado entre el bosque mismo

Heine rezo y se pregunto por un momento si el religioso lo había hecho también, no abría manera que decidiera subir a esa camioneta del demonio con un rostro sereno y pacifico. Quizás era por la falta de pecados en la vida del cura.

Tentado a probar nuevamente ponerse el cinturón de seguridad y maldecir el momento en el que la hebilla decidió romperse. Heine decidió distraerse con el paisaje, claro que en realidad solo era una manchas marón y verde por la falta de lentes. Se lo colocaría pero prefería evitar el riesgo de que algo les ocurriera en el recorrido "turbulento"

—Bien!! Hemos llegado!! — gritó al derrapar levemente frente a un portón de metal. La gran mansión se extendía por lo alto, protegida por unos cuantos metros de pared que servían como muro.

Para alivio de Heine y su estomago que no soportaría un segundo más; el viaje había terminado.

El profesor bajo del vehículo con maletín en mano

— Todo saldrá bien, Heine. — animo el otro con una sonrisa y los ojos cerrados

— Gracias por traerme, padre. — contesto con su usual tono formal para los muchos años que llevan conociéndose ambos

— Heine. — fruncio el ceño — Padre es para el pueblo o los momentos dentro de la iglesia. Sin embargo tu puedes... —

— Lo se — contesto el mas pequeño antes de cerrar la puerta con moderada fuerza, suspiro viendo otra vez la estructura frente de sus ojos. Dejo salir todo el aire atorado e inició su caminar volteó su rostro un instante y habló — Gracias, Alec. —

Era momento de empezar....

— Señor Alexander me gustaba más — El hombre dentro del auto simplemente siguió observando por unos instantes mas antes de tener que prender marcha de regreso

Apretó con fuerza el volante en sus manos. Aquello seria simplemente eminente y sin embargo no había nada más que hacer, todo lo que ocurriera a partir de esos momentos serian las consecuencias de lo inevitable









***Continuará***















N/A:

Prometo que en el momento en el que sepa el verdadero nombre del mayordomo de Viktor cambiare el "Alexander" de todas mis historias xDD

Hello, actualización.

Que tal les parece? Ya están preparando teorías? Aunque aun es muy pronto para eso... Mmmm

En fin.

Gracias por leer, si quieres puedes mandar tu amor a la escritora con una estrellita o un comentario :3

Besos.

Anonymous-LH

Stolen SoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora