La vida es corta, finita, temporal. Es solo un momento en la infinita línea de tiempo, dentro de la cual se rigen las dimensiones que conforman el universo.
La esperanza de vida promedio de un perro es de doce años; de los gatos: quince. Esto es verdaderamente corto a comparación con el tiempo que los humanos pasan en la tierra: unos setenta años, aproximadamente.
La vida es injusta. Lo digo en términos generales.
¿Por qué criaturas tan lindas e inofensivas viven tan poco, y los humanos, la peor especie que ocupa este planeta, deben existir más tiempo?
La vida terminará en algún momento; la muerte es algo seguro, es parte del ciclo que mantiene al universo en movimiento. Mi padre solía decir que lo único que teníamos asegurado al nacer era la muerte. Aunque el día es prácticamente desconocido; es la gran incógnita que tantos temen descubrir.
Yo creo que es bueno no saber el día de expiración. Por una razón nadie puede pronosticarla.
Las cosas son como deben de ser.
Realmente, no me imagino cómo sería nacer sabiendo cuando morirás, es como si, de repente, abrieras los ojos y alguien estuviese ahí, esperando pacientemente a que asimiles la llegada al mundo de los vivos para informarte sobre las cosas importantes.
—Querido joven recién nacido, se le informa que tiene exactamente cincuenta y ocho años, tres meses, diez días, cinco horas, veinticuatro minutos y tres segundos para cumplir con los siguientes puntos...
Y, después, cuando se te ocurra comparar tus tiempos con algún otro compañero, la envidia y la disconformidad serán las anfitrionas de la fiesta.
¿Por qué tú, que eres más pecador que yo, tienes más días de vida que yo?
O viceversa: ¿Por qué tú, alma inmaculada de Dios, que no necesitas más tiempos para enmendar tus errores y pecados, tienes más horas que yo?
También, puede existir el caso en que, simplemente, no se desee vivir por tanto tiempo.
Tiempo, tiempo, tiempo...
Es la cosa más aterradora del mundo.
Hace años vi una película en que el mundo había dejado el dinero atrás y, ahora, la riqueza se medía en años, meses, días, horas, minutos... Los más pobres eran aquellos que vivían al día; los más ricos eran los que tenían cientos de años para disfrutar.
Esa fue una verdadera película de terror.
Ahora me encuentro en una situación referente al tema. No es como que me guste hablar de las cosas solo porque sí. Siempre debe haber una buena razón. La de hoy es mi creciente deseo de terminar con mi vida, pues no encuentro otra forma de escapar de este destino al que soy sometido.
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La oscuridad de Raphael y Bela Lugosi
Mystery / ThrillerRaphael, un solitario médico forense, tiene una vida normal, se ha esforzado bastante por aparentar ser un tipo cualquiera, uno más del montón. Pero todo cambia con la llegada de Olivia "Bela" Lugosi, su nueva compañera de trabajo: criminalista, psi...