Prólogo

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23 de enero del 2012
Doral, Miami, Florida, Estados Unidos.

      El sonido de los tacones golpeando el piso de mármol era como una alarma para los madrugadores empleados de Lam Enterprise Holding, pues se anunciaba la llegada de Charlotte Lam vicepresidenta de la empresa.

      Charlotte era descrita por muchos de los trabajadores como una jefa ejemplar, pues se caracterizaba por tener una extrema amabilidad a demás de llevar una gran sonrisa allá donde fuera.

      Esa mañana no era una excepción, Charlotte llegó vestida con un vestido recto de color amarillo y una chaqueta color azul que hacía juego con sus increíbles tacones. Su maquillaje consistía en labial color rojo y sus pestañas se levantaban bajo una capa de rimel. Para las personas que no la conocían bien podría pasar como una modelo de alta costura, su metro setenta y tres y su figura con medidas perfectas la hacían ver alta y muy sofisticada sin mencionar la belleza de su rostro heredado de su madre Susan Lam y el cual también tenía su hermana menor Chloe Lam.

     Charlotte se movía con una gracia y sensualidad natural lo que llamaba la atención de las demás personas ya sean hombres o mujeres. Sin embargo nadie poseía la suficiente valentía para acercarse demasiado a ella o hacer un comentario fuera de lugar por el respeto que le tenían a ella, a su padre Sebastián Lam y a su esposo Jason Walker.

     —Buenos días Alice, ¿me podrías pasar la agenda del día de hoy y mañana por favor?—pregunto Charlotte entrando a su espacioso despacho que tiempos anteriores le había pertenecido a su padre.

      —En dos minutos los tendrá señora Lam.

      Cuando Charlotte entró, fue directamente a sentarse en el sofá de cuero negro que estaba detrás del escritorio. Abrió su computador y espero el material que le había pedido a su secretaria.

       No tuvo que esperar demasiado, ya que rápidamente tenía lo que necesitaba en sus manos. Revisó detenidamente todo lo que debía hacer en ese y el siguiente día, comprobando si podía aplazar alguna que otra reunión para después, porque al siguiente día llegaba su hermana Chloe en una corta visita aprovechando los tres días de vacaciones que le habían dado en la Universidad y Charlotte quería pasar todo el día con ella, pues hacía algún tiempo que no se habían visto y la extrañaba un montón.

     —Alice, llama por favor al señor Hofman y dile que la reunión se posterga un día más. Y habla con el señor Singuer el de recursos humanos y dile que venga a mi oficina hoy después de la hora de almuerzo en lugar del día de mañana.

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     —Todo está bien en cuanto a los becarios de College Business & Technology, están haciendo un gran trabajo en cuanto a las labores que se les designa— hablaba el Sr. Singuer cuándo la voz de Alice interrumpió en la sala.

     —Disculpe Sra. Lam, hay dos oficiales de Policía en el vestíbulo y desean hablar con usted. Les dije que estaba en una reunión, pero dicen que es urgente.

     —Está bien Alice, avísales que en unos minutos iré a verlos.— Alice salió y con una sonrisa amable Charlotte se dirigió a el Sr. Singuer— disculpeme unos minutos, iré a ver que sucede y retomamos la reunión.

     Dicho esto Charlotte salió de su despacho y se dirigió al vestíbulo.

     Ya en el lugar se encontró con los oficiales de Policía. Uno de ellos era un joven rubio y de ojos azules, alto y musculoso y el otro era de mediana edad castaño y tenía una prominente barriga cervecera que hacía que los broches de su camisa se vieran como si iban a explotar.

     —Buenas tardes oficiales, mi secretaria dijo que querían verme.

     — Buenas tardes señora Lam, soy el oficial Benson y el es mi compañero el oficial Castle. Estamos aquí para hacerle un par de preguntas.

    —Está bien, díganme ¿en que puedo ayudarles?

    —¿Es usted dueña de un vehículo Audi A6 2012 color rojo de placa EBAS 364?

     —Sí es mi auto oficial Benson. Pero...¿Qué sucede con el?

     —Hemos encontrado el vehículo en la I-95, se nos informó de un accidente de varios automóviles, y uno de ellos le pertenece a usted. Sin embargo al constatar que quien se encontraba dentro del vehículo era un hombre que no portaba ninguna identificación hemos decidido venir a hablar con usted. Quizás usted nos de una pista sobre quien estaba usando su vehículo.

    Charlotte se sorprendió al escuchar aquello. Ese día había ido en el coche de su padre a la empresa y su auto se había quedado en el garaje de su casa en Coral Gables.

     —¿Un hombre dice? Oficial esto me resulta extraño, mi auto está en casa. Realmente no tengo ni idea de que me está hablando. ¿Le preguntó ya al hombre que estaba en el auto?

    —Señora Lam, lamentablemente el hombre que conducía su coche falleció al instante, no sabemos quién es ni que hacía en su auto. ¿Es posible que hayan robado el coche de su casa?

     —¿¡El hombre falleció!? Espere un momento a que llame a mi esposo para que me confirme si el auto está o no en la casa. Aunque dudo que lo hayan robado.

     Dicho esto Charlotte sacó el teléfono del bolsillo de su chaqueta y marcó el número de Jason. Sonó una, dos, tres, y al cuarto tono llamada se abrió.

     — ¿Jason? Cariño hay unos oficiales de Policía diciendo que encontraron mi auto en la carretera, puedes asegúrate si mi auto sigue en el garaje, ellos suponen que lo han robado.

     —...Buenas tardes señora, soy el oficial Holmes. Este teléfono ha sido recuperado de un accidente de tráfico en la I-95. Podría acercarse a la estación de Policia del Condado de Miami-Dade para que haga el reconocimiento de cadáver para poder comprobar si conoce o no a la persona que estaba en el automóvil.

    Al escuchar aquello la mente de Charlotte empezó a funcionar a mil. ¿Qué hacía el oficial con el teléfono de Jason? ¿Y si Jason era quien estaba en el auto...? «Oh por Dios, no puede ser»

     —Señora Lam ¿Se encuentra usted bien?—pregunto el policía más joven Castle.

     —¿Cómo...cómo era el... el hombre que estaba en el auto?

     —Era de aproximadamente unos veinte o veinticinco años, rubio...—Charlotte no dejo que el oficial siguiera hablando, en su teléfono buscó una foto de su esposo y se la enseñó al oficial.

     —¿Era... Era él?

      Al ver la reacción de ella y la foto que le estaba mostrando el policía comprendió que quien había fallecido era el esposo de la mujer.

      Inmediatamente Charlotte al notar el nerviosismo del oficial comenzó a sentirse mal.

     —Dígame por favor... ¿Es mi esposo quien estaba en el auto? — dijo estas palabras en un susurro.

      El oficial Benson la tomó del codo y la llevó hacía un lugar donde pudiera sentarse. Hizo que Charlotte tomará asiento y hablo.

     —Señora Lam, el hombre que encontramos en el auto es quien usted me acaba de mostrar en su teléfono. Lo siento mucho pero ahora debe acompañarme a la estación para que reconozca el cadáver de su esposo.

     Un aullido de dolor salió de la garganta de Charlotte. Las lágrimas empezaron a fluir como cascadas de sus ojos y sintió que en su cuerpo se instalaba un dolor insoportable. A lo lejos vio como sus empleado se detenían a observar la escena. Sin embargo a ella ya no le importaba nada. Su cerebro estaba procesando lo que el oficial le dijo, y de pronto todo se volvió negro...

Amar es recordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora