Capítulo I:

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Nina Dobrev as Allison Trumes en 💛multimedia.💛

Hoy era otro día normal. Un lunes.

Un comienzo de semana, que, probablemente no acarrearía nada divertido. En fin, son días de clase.

Ahora, podría decir que levantarse, vestirse, asearse y peinarse para ir al instituto era algo genial o adornarlo para que pareciese algo maravilloso, pero, en estos casos, os mentiría. O sea que os contaré la verdad.

Me desperté, como siempre, a las siete y media aunque no me levanté de la cama hasta menos veinte, lo que después me costaría el llegar tarde a clase. Después, como siempre, me aseé, me peiné mi pelo castaño oscuro ondulado y me vestí así:

 Después, como siempre, me aseé, me peiné mi pelo castaño oscuro ondulado y me vestí así:

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ya que estábamos entrando en el invierno y ya hacía frío, y más cuando eres muy friolera. Me miré al espejo, me puse la mochila en la espalda y bajé a desayunar.

Allí ya estaban mi madre y mi hermana pequeña de 14 años.

Mi madre era una mujer de unos cuarenta y tantos (nunca nos lo aclaraba), de pelo castaño oscuro rizado; que previamente había sido como el mío; y de ojos marrones oscuros. Muchos dicen que me parezco mucho a ella.

Mi hermana, al contrario que yo, era rubia y con los ojos color miel.

-Hola Alli.-dijo mi madre bebiendo de su café con leche al igual que mi hermana.

-Hola, mamá- dije mientras me cogía un batido de chocolate y un cruasán también de chocolate y me lo tomaba. Sí, me encanta el chocolate y soy la única en la familia excepto mi padre que no bebe café. Mis primos y tíos todavía no lo entienden, pero bueno.

-¡Selena, por Dios! ¡Deja el móvil y desayuna!-en casa siempre hay disputas de este tipo, ya que mi madre odia los aparatos electrónicos y mi hermana está todo el día pegada al móvil. Y cuando digo todo es TODO. No os miento al decir que a las tres de la madrugada mi madre entra en la habitación de mi hermana y muchas veces la pilla watshapeando y claro, después, por la mañana, las dos se levantan con un humor de perros.

¿Y a que no adivináis a quién le toca soportarlo?

Pues a mí, claramente.

-Ya voy, ma.-dice mi hermana sin despegar la vista del móvil. Es un caso imposible. Pero es lo que tiene al ser "popu" en su curso. Bueno, tantas horas pegadas al móvil tendrían que servir para algo, ¿no? En su caso sí.

-Bueno, chicas. Me voy a trabajar.- mi madre se levanta de la silla, coje el bolso y nos da dos besos a cada una.

-Adiós, mamá- decimos mi hermana y yo a la vez. Y suena un portazo en casa. Dejo la mochila en el suelo y me siento en la silla. Me estoy a punto de terminar el cruasán cuando Selena pega un grito.

Mi medio limón. (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora