07; beautiful » pt. 1

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JaeMin bufa con un portazo al llegar a casa, sus ojitos pican pero no cederá a las lágrimas por algo tan bobo, y llorar por RenJun es bobo.

Quisiera poder explicarse a sí mismo por qué se siente de esta manera cuando el mayor se junta con otros niños que no sea él, cuando juega y le sonríe a sus demás amigos. Está enojado porque RenJun caminó a casa con alguien que no es JaeMin, le duele, se suponía que sólo Na lo acompañaba a su hogar. Pero al parecer ya lo había descartado, como a un pañuelo.

Su madre lo recibe con un beso en la mejilla, le pregunta cómo ha ido su día y no puede evitar sentirse hervir de rabia. Refunfuñando, se va a su recámara luego de quitarse los zapatos. Es raro que no juegue con sus figuras de acción, o sus historietas favoritas, pero estaba tan desanimado. Quedó en cama todo el día, ignorando el golpeteo en la puerta ocasionado por su preocupada madre. En esos momentos no tenía deseos de ver a nadie.

— Te odio —habló a la nada, recostado en su cama y viendo al techo, las estrellas pegadas allí ahora no brillaban. Tal vez sabían de su ánimo y también les entristecía. Suspiró, harto de todo. Eotteohke.

Se hundió en la almohada, gruñendo con fuerza— ¡Traidor! —y pensó en cómo RenJun le sonreía al -para él- desconocido niño, cómo sus ojitos se iluminaban y ese dientito característico de él sobresalía. ¿Cómo iba a recuperarlo ahora? Después de tanto tiempo estando solo, sin ninguña compañía en los recreos ni en ningún otro lugar -aparte de su familia-, por fin había conseguido a alguien con quien realmente se divertía.

Recordó todas esas veces en las que intentó hacercarse a otra persona, cómo se alejaban de él alegando que era muy raro, los ojos de todos ellos juzgándolo. No soportó otro segundo y las lágrimas cayeron como aguacero en un día soleado. RenJun iba a abandonarlo, debía estar preparado para ese momento.

El día había pasado tan lentamente que las bolsas bajo los ojos de RenJun casi se hacen más obscuras. Oh, no quería verse más lamentable. Suficiente tenía con que su relación con JaeMin se había vuelto rara; las sonrisas ya no parecían sinceras, cada contacto visual era apartado al instante. Quiero arreglarlo pero no se cómo. 

Esa pregunta permaneció sin respuesta. JaeMin y él se vieron a la salida como en los últimos cinco meses, caminaron juntos como en los últimos cinco meses. JaeMin tomó su mano, era cálida y suave. Le transmitía seguridad y cariño, ¿podía ser que él lo quisiera de esa forma también?

— Las flores se ven bonitas, ¿no es así? —pero no más bonitas que tú, quiso responder.

— Sí, ha pasado un tiempo desde que realmente disfruto verlas —tal vez es porque ahora estás conmigo. 

La nube oscura que antes estaba sobre ellos se disipó entre risas sonrojadas y divertidas, nada más llegaba a importarles si estaban juntos. 

— RenJun... ¿Quién era el chico del otro día? —JaeMin con la voz muy bajita, casi en un susurro inaudible, preguntó. Casi pudo jurar haber visto a sus ojos brillando demasiado.

— Mmm sólo un conocido —JaeMin dudó de la verdad, pues el tono con el que RenJun habló fue nervioso e inestable, y JaeMin sabía cuándo mentía. Pero estaba bien, en ese momento no quería que volvieran a alejarse así que decidió dejarlo para otra ocasión. Ellos tenían mucho más tiempo para hablarlo...

— ¿Has visto el nuevo cómic que salió en la tienda, hyung? —RenJun no estaba muy seguro de si escuchó bien la pregunta o no, lo único que pudo escuchar fue el constante martilleo de su corazón cuando JaeMin entrelazó sus dedos juntos.

mommy says › jaejun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora