BOKU NO HERO ACADEMIA One-shots

One-shot •All Might

No voy a mentir, ser pareja del símbolo de la paz es complicado. Pero mi héroe siempre hacía que saliéra victorioso, por muy complejo que sea el momento...Toshinori Yagi siempre lo termina con una sonrisa resplandeciente.

Pero habían momentos difíciles.
Como ahora, que presenciaba por el televisor al lado del director Nezu, la pelea de quien me robó el corazón al primer contacto, contra el mounstro de All For One.
-¿Tiene un estimado de porcentaje de victoria?- mi voz temblaba, estoy aterrada por lo que veo. Siento un desgarre en mi corazón con cada golpe que él recibía.
Esperé paciente por la respuesta de Nezu pues estaba dando un sorbo a su taza.
-6%- soltó sin más.
Pausé inconscientemente la respiración. Estoy segura que aún si hubiera un mínimo de 1%...Yagi lo aprovecharía al máximo. Se aferraría heroicamente a la esperanza. Pero tampoco puedo ignorar este miedo colosal que me absorbe.
Cuando lo vi, la imagen que tanto cuidaba yagi...la forma física del símbolo de la paz...había desaparecido.
Dejando ver su forma esquelética...y a un villano derrotado.
Ni si quiera pudo ver a la cámara, sin embargo no necesitaba ver su cara para saber que no sonreía.
No puedo aguantar más, necesito ir hacia él, me desespero por no estar a su lado sosteniendo su mano.

Sin terminar de ver la transmisión y sin decir nada a Nezu, salí por la ventana creando dos alas de fuego azul que me impulsaban al cielo, en dirección al hospital.

Sin siquiera tomar aire para saciar la necesidad de mis pulmones, pasé corriendo entre una ola de reporteros y camarógrafos hasta que finalmente llegué a el mostrador donde había una enfermera.
-Por favor, necesito saber dónde está Toshinori Yagi- dudo que haya entendido por la urgencia con la que hablé, más el jadeo insistente de mi boca por aire.
Pero antes de que la señora me contestara, sentí un jaloneo en la manga de mi abrigo.
Era Recovery Girl.
-Piso 2, sala de urgencias. Cuarto 7- asentí en forma de agradecimiento y salí disparada a las escaleras.
Una vez que llegué al piso visualicé a Gran Torino sentado en unas bancas lleno de vendas en el rostro. Mis pasos apresurados y jadeos ruidosos llamaron su atención haciendo que volteara a verme.
Hizo un ademán de querer levantarse pero llegué antes a él evitando que se moviera y esperó pacientemente a que respirara lo suficiente para hablar con normalidad.
-Por favor, no se levante Gran Torino-. Me senté a su lado viendo fijamente a la puerta del cuarto donde se encontraba All Might.
-...fue muy valiente. Siguió hasta el final y me confesó haber sacado su fuerza por amor; por el mundo, por el futuro, por la mujer que ama...Ambos son afortunados por tenerse uno al otro. - mencionó con voz cansada.
Se había formado un nudo en mi garganta tan doloroso y mi vista se nubló por lágrimas desesperadas. No podía hablar, así que me limité a asentir.
Una vez que se calmó aquella maraña en mi garganta, me levanté y me puse de pie frente a Gran Torino. -Le estoy gratamente agradecida por ayudar a Yagi. - mi voz se escuchaba rota- Por ser el mejor mentor, amigo y héroe- me arrodillé colocando mi nariz rosando el piso. Escuché su risa como respuesta y su mano revolver mi cabello.
-Levántate niña, no hay nada qué agradecer- acaté su orden y al ver su mirada paterna, no pude retener mis lágrimas.
-Estoy muy orgulloso de ambos. Toshinori es mi mayor logro- se puso de pie camino al elevador.
-Ya soy muy viejo para esto. Si no me mata un villano, lo hará Toshinori de un infarto- refunfuñó una vez frente al elevador, presionó el botón y las puertas se abrieron pero antes de entrar se detuvo frente a estas.
-______- llamó por mi apellido sin voltear atrás entrando al elevador.
-Te lo encargo, cuídalo bien- se cerraron las puertas justo cuando terminó de hablar.
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Eso me tomó por sorpresa.
Pero...me siento complacida y feliz con sus palabras, considerando que él no es muy afectivo.

Di la vuelta para tener en frente, la puerta del cuarto. Puse la mano en ella esperando por el valor para abrirla.
No era la primera vez que veía a Yagi inconsciente en una cama de hospital, vendado de principio a fin y conectado.
No era la primera vez...pero siempre se siente igual de abrumador.
Abrí lentamente la puerta,entré con pasos cortos y mirada baja escuchando el pitido de la máquina, revelando el ritmo de su respiración...levanté la cara y lo vi.
Lleno de cables, vendas y con una máscara que le ayudaba a respirar. Había un sillón individual en el cuarto, lo acerqué sin hacer ruido y lo coloqué al lado de su cama.
Tomé su mano entre la mía... apenas y cubría la mitad de la suya. Puse un mechón de su dorada cabellera tras su oreja con tacto suave.
Besé suave y lento su frente, me acomodé en el sillón sin soltar nuestras manos.
Es el símbolo de la paz, el héroe número uno y todo...pero también alguien quien merece todos los cuidados y mimos.
Así de perfecto es el hombre a quien amo.
Así de perfecto es Toshinori Yagi.