Ayúdame, necesito ayunada. No sé qué puto día es. no sé cuantas horas han pasado.
Estoy perdiendo la razón. No puedo con las burlas. Aunque por fuera siempre lo aparenté, toda mi vida eh sido débil mental y físicamente. Me odio por eso. Es mi peor defecto y temo que algún día termine por acabar con migo.
Todo ha ido de mal en peor, no soporto salir de mi cuarto. ha llegado a tal nivel que que las voces, el sonido de sus burlas me persigue en sueños. Sería un exageración si solo fuese eso ¿no?. Bien. No solo son burlas, me maltratan, me tratan de puta. Las chicas me tiran el resto de sus almuerzos para burlarse, incluso me vaciaron un contenedor de basura encima. Un día me empujaron por las escaleras y un profesor, junto con casi todo el cuerpo estudiantil, fue testigo y el muy maldito no hizo nada más que reír. Lo conozco, es el pedófilo de Biología, cuando un hombre da esa materia hay que dudar de él. Su mirada siempre está en el escote o trasero de alguna estudiante. Ese puerco se ha acostado con más de una de sus estudiantes. Y ahora tiene la mirada en mi.
Esto pasó hace algunos días. Fui a limpiar los restos de comida que me tiraron encima, el baño estaba solo, ya era mi rutina ir siempre que me hacían algo que manchase mi uniforme se que a ese baño no entra casi nadie. Contuve mis lágrimas, de rabia no de tristeza, limpié como pude algunas manchas, estaba tan concentrada que no escuché cuando abrieron la puerta. Era un chico mayor que yo.
-Hey!- Me decía- ¿Porqué tan triste?- no era simpatía ni lástima, era cinismo lo que invadía su voz y su rostro.- ¿quieres que te consuele?- Se acercaba cada ves más a mi.
-Aléjate- le dije firme pero aún así no paró su paso- Largo de aquí!!!- Intenté golpearlo pero me detuvo la mano y me golpeó contra la pared- Suéltame- dije ya un poco más asustada pero me retuvo las manos y restregó su cuerpo contra el mio.
-¿Qué pasa putita?- enterró su cabeza en mi cuello de la forma menos delicada posible. Grité. Grité fuerte por ayuda, ya no era un simple rose, me estaba tocando. Forcejé contra él hasta que me dio un cachetada y un rodillazo en el estómago, me sacó el aire. Caí al piso, aún no estaba en él cuando el imbécil se sentó sobre mi. Solté lágrimas de desesperación.
-¡¡¡¿QUÉ QUIERES DE MI?!!!- El muy cínico me apretó brutalmente fuerte los senos.
-Pues, no me puedes dar tu puta virginidad porque ya no existe. Dame un buen rato de diversión perra!. - Intenté golpearlo pero me tomó del cuello.- A ver zorra, te dije que me dieras un buen rato de diversión.- Arañó mi abdomen, estrujó mis senos como si fuesen esponjas, besó y chupó mi cuello. Lloré y maldije hasta que no me quedaron energías para seguir luchando. El me golpeaba en cada intento de resistirme. Me subió la falda y bajó mi ropa interior hasta mis tobillos, abrió mis piernas y pasó su lengua por toda mi zona V, me hizo sexo oral mientras le suplicaba que parase . Llegó el momento- Temblé horriblemente al escuchar eso. Bajó sus pantalones y su ropa interior. Su pene estaba erecto, me sonrió cínico y luego lo alineó en mi entrada- Como te has resistido mucho, lo aré de una solo estocada.- Cerré fuerte los ojos temiendo lo peor.
-¡¿Qué pasa aquí?!- Jamas pensé que me alegraría escuchar la voz de ese viejo pedófilo- Señor Garcia retírese inmediatamente.- Asustado el idiota se subió los pantalones y salió del baño. Yo solo me quedé tendida en el piso llorando. ERROR. -Y usted "Señorita", se imaginará que merece un castigo ¿no?- no terminé de procesar lo que me dijo cuando lo tuve sobre mi, en la misma posición que el anterior.- Por suerte yo estoy listo- quitó rápidamente sus pantalones y ropa interior- ¿Sabe que vengo aquí cuando una sexy alumna me pone a mil?- Ya no pude ni alzar la cabeza. Sentí un fuerte dolor, un dolor horrible que manchaba mi alma. El Maldito me envestía una y otra ves, aumentando el ritmo. No sé cuánto duró esa tortura, me desmallé entre gritos en algún momento.
Cuando desperté, estaba dolida. Sentía algo viscoso entre mis piernas. No sé como llegué a casa, pero eh estado encerrada en mi cuarto desde ese momento. No tuve fuerzas de nada que no fuese llorar. No pensé que podría siquiera terminar de escribir esto. Incluso paré varias veces y mojé la hoja de tanto estúpido llanto.
AYÚDAME POR FAVOR!
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Diario de un Corazón roto y una mente podrida.
Teen FictionLina es una adolescente rota. Un día su tía le regala un diario que no piensa usar. Con el fin de desahogarse empieza a escribir en él. Todo su diario, cada página es una carta para su única amiga, a quien describe como "La única que me entiende". ...