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NamJoon se encontraba atrapado en el trafico, el claxon de los autos y los gritos de los conductores, sentía que en cualquier momento perdería la poca paciencia que le quedaba, encendió la radio haber si así se relajaba un poco.

Estuvo casi dos horas atrapado en el tráfico hasta que al final llegó a su apreciado hogar, se estaciono apagando el motor de su auto celeste.

Al momento de bajar resbaló con una patineta, por suerte se había sujetado del auto o habría caído bien feo.

—Estos niños y sus cosas en el estacionamiento...— dijo con enfado al patear la patineta, ya había hablado de esto con sus hijos, pero parecía que ellos no querían entender.

Suspiró y sacó su mano en el techo del carro, miro la fuerza que le propuso al pobre auto causándole que se hundiera con la forma de su mano.

—Ah, rayos.— cerro la puerta, pero al ver que no cerraba por la abolladura lo intento nuevamente sin éxito hasta que la última lo hizo con fuerza cerrandola al fin, pero trizando la ventana haciendo que cayera en mil pedazos.

Su paciencia explotó.

—¡Ah! ¡Ya estoy! ¡Tu maldito!— y sin pensarlo levantó el auto con la intencion de tirarlo lejos. Pero no contaba con la mirada de impacto de un pequeño en su triciclo.

Se quedaron mirando por un rato hasta que NamJoon bajo el auto con cuidado ante la mirada atenta del pequeño, el de tez morena aplaudió rendido al ver que el niño no se movía y se adentro a su casa rezando que el pequeño no hiciera un escándalo más rato.

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Se encontraban los cinco integrantes de la familia cenando silenciosamente o algo así ya que SeokJin estaba haciendo ruidos extraños mientras alimentaba a JungKook quien reía por las muecas graciosas de su padre.

—Papá... Otra vez haces caras raras.— decía TaeHyung con miedo.

—No~Amor~— negó Jin aun alimentando a JungKook.

—De verdad mi cielo las haces.— comentó su marido que estaba leyendo atentamente el periódico.

Jin dejo la comida de su hijo para mirar a NamJoon con incredulidad y fijar su vista al periódico.

—¿Es muy necesario leer en la mesa?—

—Eh, si.— cortó sin despegar su vista al periódico.

—Ach ¡Bocados pequeños TaeHyung!— regaño Jin al ver como éste mordía un gran pedazo de carne sin éxito. -Joonie ¿Podrías ayudar al carnívoro a cortar su carne?-

El nombrado se levantó con fastidio del asiento para cortar la carne de su hijo.

—TaeHyung, debes de hablar de algo con tu padre respecto a la escuela.—

El nombrado miro con susto a su papá Jin y empezó a balbucear pensando que decir a su otro padre.

—¡Ah! A una rana la disecamos.— dijo con inocencia.

—Eso es mentira.— comentó JiMin. Claro iban al mismo salón.

TaeHyung lo amenazó con la mirada para que se callara. JiMin le saco la lengua para luego seguir comiendo

Jin rodó los ojos.

—El director citó otra vez a TaeHyung.—

—Ah. Que gusto.— dijo NamJoon pendiente en cortar la carne de TaeHyung.

—No Joonie. Es malo.—

—¿Qué?— miro con sorpresa a su marido.

—El director citó otra a TaeHyung.—

The Incredible. [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora