Frío

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Su respiración era irregular, sentía los brazos de el al lado de mi cabeza, músculos tonificados que parecían hechos a manos por miguel ángel, podía sentir como la nariz del rubio se acercaba a su rostro olfateándolo, su cuerpo tembló como respuesta exponiendo su cuello mientras cerraba los ojos esperando el beso, un gruñido, el jadeo en respuesta claramente excitado y alterado, tenía miedo pero el deseo de tocar esa piel bronceada lo estaba enloqueciendo-al diablo el contrato-escuchó en su oído derecho, un susurro grueso con su masculina voz. ¿Qué había pasado?

La mañana era fría, pudo notarlo porque la calefacción no estaba encendida, los dedos de los pies se le habían helado y el sudor de la noche anterior por el ejercicio no ayudo mucho, la alarma aún no había sonado pero él se retorcía en las cobijas intentando mantener el calor.

Le daba frío en las pantorrillas y cuando las cubría en la espalada baja, cuando ya tenía cubierta ambas el frío regresaba intensamente en su cuello, decidió levantarse aunque aún faltara una hora para que la alarma de las seis sonara, con pasos lentos y torpes llego al baño encendió la luz blanca, inmediatamente tuvo que cerrar los ojos por la incomodidad, contemplo su pálido rostro por minutos en el espejo, "tuve mejores épocas", pensó tristemente, se recogió el cabello seboso en una coleta alta; después de acabar la corta rutina fue a la puerta y se colocó sus viejos tenis que tenían hoyos a los costados por su forma de andar , suspiro por quinta vez, cerró la puerta y comenzó a correr.

Mientras corría sentía el viento con nieve chocando contra sus mejillas rojas, bufaba constantemente, hacía apenas unas semanas que había comenzado a correr y no se había acostumbrado a recorrer el pequeño sendero del bosque, aspiro el aire estaba fresco con olor a corteza, sonrío embelesado por la imagen que le ofrecía la naturaleza del espeso bosque, arboles grandes cubiertos de nieve rodeados por un riachuelo congelado, el cielo gris con distintos tonos del mismo, sin duda algo que cualquier persona pondría de fondo de pantalla, él lo hubiera hecho pero no tenía una computadora.

La puerta de la pequeña casa estaba cubierta de nieve tendría que palearla después del trabajo, su rostro estaba rojo por el choque del viento, decidió darse una ducha, una mala opción, el agua estaba helada así que tenía que hacerlo todo muy rápido, maldecía una y otra vez su largo cabello, el champo que había robado del hotel ya se estaba agotando, el olor a miel del producto a penas y quito el de su sudor, tendría que comprar uno nuevo, o robarlo, paso sus yemas entre la hebras de sus cabellos, podía sentir como su cabello estaba descuidado era opaco y sus hebras no caían graciosamente sobre sus hombros como antes, decidió dejar de atormentarse con eso y lavar su rostro unto sus manos con jabón barato y los paso por su cara sintiendo los pequeños granitos sobre sus pómulos marcados, cerro la llave y se escurrió rápidamente secándose con la toalla que exigía ser lavada, cepillaba sus cabellos mientras se miraba de nuevo en el espejo rotó, aquí era donde se preguntaba, ¿qué pasó conmigo?. La respuesta a su pregunta era simple, había sido un joven fresco y romántico, rodeado de gente que le amaba, regodeado entre personas que deseaban su belleza, su inteligencia, su suerte, todo cambio cuando tuvo que valerse por sí mismo, la vida había dejado de ser color rosa pastel, ahora todo era gris con pequeñas fracciones de felicidad en ese adorado tono rosa, no había tenido dinero suficiente para comenzar su restaurante en un nuevo país como lo era noruega, se dijo así mismo que el trabajo en el que se encontraba solo era temporal, que no importaba ni el horario ni la falta de amistad, solo sería por un tiempo y todo se arreglaría, habían pasado dos años desde aquello y ya estaba al borde del colapso, Anthony le mantenía cuerdo le hacía recordar con nostálgica todas los planes y sueños llenos de esperanza que ellos armaban en la facultad de derecho, tenía que luchar por ello, no importaba su cutis, su cabello, su bronceado, sus amigos, tenía a Anthony no le faltaba nada más, realizaría su sueño sin importar nada.

El MensajeWhere stories live. Discover now