Un Tokio dividido

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Cinco años habían pasado desde la guerra del dragón, una de las consecuencias de aquella guerra fue la aparición de los huérfanos de dragón los cuales eran criaturas agresivas y salvajes que se dedicaban a asesinar humanos y ghouls.

Para poder mantener a los ciudadanos de Tokio a salvo de estas criaturas la organización TSC ( organización formada en su mayoría por antiguos miembros de CCG) en colaboración con el frente unido (formado por ghoul miembros de cabra) decidieron unirse para aislar a los huérfanos dragones dentro de los distritos que ya estaban invadidos por ellos y crear una barrera para que estas criaturas no pasaran al resto de los distritos, dividiendo a Tokio en la zona segura y en la zona infestada por los monstruos.

Por lo que gracias a la constante vigilancia del TSC y el frente unido los ciudadanos de Tokio podían vivir con menos miedo, tratando de volver a sus vidas normales.

En uno de los puntos de vigilancia de la barrera anti h. dragones

- Tapate la boca para bostezar acabo de oler lo que cenaste – dijo un joven con dos lunares bajo sus ojos a su compañera mientras de la TSC

- Lo siento señor Urie – contesto la muchacha avergonzada, esta era unos años más joven que Urie.

- ¿No dormiste bien? ¿Acaso te quedaste jugando videojuegos con Saiko hasta tarde?

- No señor para nada – la chica se sentía como en un interrogatorio debido a las reiteradas preguntas de Urie- no cometería esa irresponsabilidad sabiendo que tenía turno de vigilancia en la mañana y menos sabiendo que es usted quien estaba en el turno de noche

- Bueno espero que hacia sea Sanzu – continuo hablando serio Urie mientras le entregaba a la chica las llaves de la estación de vigilancia. – Que tengas un buen turno muchacha

- Sí, señor Urie

Urie se marchó de la estación de vigilancia junto con el resto del equipo del turno de noche dejándole el mando al turno de la mañana entre los cuales había un miembro de los Quinx y aprendiz de él.

Había pasado alrededor de una hora luego del cambio de turno, cuando uno de los inspectores decidió ir a hacer una ronda mientras que el resto revisaba las cámaras todos atentos a cualquier evento extraño, pero el tiempo pasaba y el sujeto que había ido hacer la ronda no volvía lo cual le dio un mal presentito a la Quinx.

AL llamar por radio su compañero no le contestaron, por lo que la Quinx salió del cuartel a investigar dejando a dos ghouls y un inspectores en el fuerte.

Mientras la Quinx buscaba su compañero, sintió un ruido que la hizo estar en alerta, luego diviso una silueta que no parecía humana frente a ella, esta silueta tenía en sus manos alrededor del cuellos de su compañero, inmediatamente esta que era un ukaku lanzo un ataque directo hacia el extraño ser, pero cuando el humo del ataque se dispersó la Quinx logro ver que su oponente estaba intacto, además de su verdadera forma.

- ¿Por qué llevas eso? – dijo la Quinx impresionada al ver la forma del ser frente a él– se supone que ya nadie lo usa....

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Un frio invadió el lado lateral del cuerpo de Touka mientras dormía, aquella sensación la hizo despertarse dándose cuenta que la razón de aquel frio era debido a que las tapas de la cama estaban abiertas justo en el lado en cual dormía su esposo, lo cual se debía a que este ya se había levantado de la cama.

Desde la cocina Touka se escuchó las voces de dos personas una proveniente de un adulto y la otra de una niña pequeña. Al entrar se encontró con quien era su esposo vestido con un delantal este tenía un bol de repostería en sus manos mientras que a su lado estaba su hija lamiendo la cuchara del bol.

Tokyo ghoul : LacrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora