-Lleváis todo?-Preguntó por séptima vez Carlos.
-Que sii...-Mi voz ya sonaba cansada, y no habíamos salido aún de Mairena.
Mi coche nuevo era muy raro, habían 6 asientos en la parte trasera, tres a un lado y tres al otro, por lo que nos veíamos con los de en frente, que en este caso eran Jesús y Dani, y a mi lado llevaba a Andrea con la sillita.
-Habéis vaciado armarios, estanterías,cajones,...-Preguntó esta vez mamá.
-Que si...espera,mierda-Dije mientras palidecía.
Dani me miró fijamente y levantó las cejas, así que mi camino básicamente iba a consistir en no mirarle.
A Carlos no se le ocurrió otra cosa que poner el CD de los gemelos. Ellos las cantaban y Andrea les miraba embobada.
-Mírame, aunque seamos como extraños hoy te digo, que a mi alma no ha llegado el olvido, que tu aroma se ha impregnado ya en mi piel, y te amo como la primera vez, lo he intentado pero no lo he conseguido hay que ver que caprichoso es el destino, en tu boca ya no suena mas mi nombre y yo sigo esperando algún porqué...-Cantó Dani mientras me miraba con lágrimas en los ojos, y pude notar como me ocurría lo mismo a mi, Jesús hizo como que no había visto nada y siguió cantando, aunque yo sabia que si se habia enterado.
-Alba...sobre lo de las cartas...-Comentó Dani cuando nos quedamos a solas en la gasolinera que habíamos parado.
-Ahí no hay escrito nada que tu no sepas.
-Eso significa que...me sigues queriendo?
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Sabía que volverías
Teen FictionY ahora, se que me mentiste, prometiste que no me olvidarias y ahora mismo no te acuerdas ni de mi nombre. Duele, duele mucho.